Sinaloa cansada: manifestantes causan destrozos en Palacio de Gobierno; exigen justicia por masacre de menores | VIDEO
Cientos de sinaloenses exigieron ser atendidos por el mandatario estatal, sin embargo, este no se hizo presente
Culiacán, Sinaloa. Un grupo de manifestantes que exigían justicia por el asesinato de los niños Gael y Alexander, quienes fueron baleados junto a su padre Antonio por un grupo criminal durante la noche del sábado pasado, irrumpió en la oficina del gobernador del estado, Rubén Rocha Moya.
Familiares y profesores de las víctimas convocaron a una marcha pidiendo justicia, por lo que cientos de personas salieron a las calles a declarar que ya están cansadas de la ola de violencia que azota su estado.
Los protestantes erigieron un altar en el Ayuntamiento de Culiacán, para después trasladarse al Palacio de Gobierno, donde exigieron la renuncia del gobernador Rocha Moya.
Víctor Manuel Aispuro , Director de la primaria “Sócrates”, donde estudiaron los menores asesinados en #Sinaloa, ha encabezado la manifestación este día para exigir al gobernador @rochamoya_ de la cara, por los ataques contra los menores y la violencia en #Culiacán 👇🏻 pic.twitter.com/BrcFsjtIGD
— Michelle Rivera (@michelleriveraa) January 23, 2025
La manifestación culminó en disturbios. Los sinaloenses, demandando ser atendidos por el mandatario estatal, causaron daños al mobiliario gubernamental como muestra de desaprobación hacia su administración. Computadoras, escritorios y puertas fueron destrozados, mientras nadie intervenía para detener a los manifestantes.
Sin embargo, el gobernador no salió. Ante esto, las personas bajaron a la explanada del lugar y regresaron a sus hogares, asegurando que en Sinaloa nadie los cuida, por lo que deben ser ellos mismos quienes protejan a sus familias.
En videos publicados a través de redes sociales, puede apreciarse a varias personas en el Palacio de Gobierno gritar frases como: “¡Narcogobierno!” y “¡Fuera Rocha!”.
Alexander tenía 9 años, mientras que Gael sólo llegó a los 12. Ambos acompañaban a su padre, Antonio de Jesús, cuando un grupo armado los interceptó para intentar apoderarse de su vehículo. Fue entonces cuando el hombre aceleró para evitar ser robado, lo que provocó que los criminales abrieran fuego contra ellos.