¡No las elijas! Estas profesiones no llegan al ingreso mínimo para vivir dignamente
La Encuesta sobre Salud Financiera revela que al menos 20 profesiones en México tienen ingresos por debajo del promedio necesario para una vida digna
El dinero no alcanza. Así lo confirma la Encuesta sobre Salud Financiera (Ensafi), elaborada por el Inegi y la Condusef, que revela que el ingreso mensual que las personas consideran necesario para vivir dignamente en México es de 16 mil 421 pesos. Sin embargo, al menos 20 profesiones no alcanzan ese umbral.
En estados como la Ciudad de México, la situación es aún más crítica: el ingreso considerado suficiente para una vida digna asciende a 29 mil 500 pesos mensuales, según los datos recabados.
Carreras que no llegan al ingreso mínimo para vivir dignamente
El Observatorio Laboral del Servicio Nacional de Empleo identificó las carreras con los ingresos más bajos en el país, con cifras del primer trimestre de 2024. Todas ellas se sitúan por debajo del promedio nacional estimado como salario digno:
Pesca: 9,854 pesos mensuales
Teología: 10,445 pesos
Artes y programas multidisciplinarios: 11,076 pesos
Formación docente preescolar: 11,194 pesos
Lenguas extranjeras: 11,274 pesos
Educación física, artística o tecnológica: 11,306 pesos
Orientación educativa: 11,518 pesos
Trabajo social: 11,695 pesos
Pedagogía y currículo: 11,743 pesos
Criminología: 11,774 pesos
Psicología: 11,745 pesos
Música y artes escénicas: 11,888 pesos
Formación docente primaria: 11,908 pesos
Industria de la alimentación: 11,934 pesos
Silvicultura: 11,953 pesos
Enfermería y cuidados: 12,326 pesos
Industria textil y del calzado: 12,335 pesos
Terapia y rehabilitación: 12,449 pesos
Sociología y antropología: 12,485 pesos
Formación docente en otros servicios educativos: 12,600 pesos
Fuente: Encuesta Nacional de Empleo del Inegi y Secretaría del Trabajo.
Estrés financiero, una constante en la población trabajadora
Además del bajo ingreso, otro fenómeno alarmante acompaña a la precariedad: el estrés financiero. Según el Inegi, 1 de cada 2 personas mayores de 18 años en la Ciudad de México reporta altos niveles de ansiedad, tristeza, irritación o insomnio debido a la falta de recursos para cubrir sus necesidades básicas.
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Síntomas como dolores de cabeza, gastritis o alteraciones del sueño afectan a casi la mitad de la población adulta, lo que evidencia que la precariedad salarial va más allá de lo económico y alcanza niveles preocupantes en la salud mental y física.
¿Y los jóvenes? Reconsideran su futuro profesional
Con este panorama, cada vez más jóvenes reconsideran qué estudiar, al observar que algunas carreras no ofrecen la estabilidad económica necesaria. La elección vocacional ya no solo depende del interés o la vocación, sino del potencial económico real en el mercado laboral mexicano.
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