Él es Omar, el taquero que murió por ayudar: la historia detrás del crimen de “El Custodio” en Acolman
Así murió Omar Fernando, el taquero de Acolman que enfrentó a Roberto Carlos "El Custodio" ante agresión contra Daniel y Karla
En el fraccionamiento Real del Valle, en Acolman, Estado de México (Edomex), nadie olvida la madrugada en que el fuego de las balas rompió el silencio. Era lunes 3 de noviembre cuando Roberto Carlos, conocido en redes como "El Custodio", discutió con sus vecinos. En minutos, la pelea terminó en tragedia: tres personas asesinadas, entre ellas Omar Fernando Margarito Avilés, un joven taquero de 21 años que murió intentando defender a una pareja.
El hombre que solo quiso ayudar
Omar tenía su puesto de tacos sobre el Boulevard del Lago. Aquella noche atendía como siempre, pensando en sus hijas —una de dos años y otra de apenas nueve meses— cuando escuchó gritos y detonaciones. No dudó. Corrió hacia donde provenía el ruido. Quiso detener al agresor, pero se encontró con una lluvia de balas. Cayó herido y murió en el lugar.
“Era trabajador, buen padre, buen hijo. Solo quiso ayudar. Nunca pensé que uno de los muertos sería mi hijo”, dijo entre lágrimas su madre, Jessica Avilés, mientras lo velaba.
Un héroe sin uniforme
Omar no tenía entrenamiento ni armas, pero sí el valor que nace de la empatía. Soñaba con comprar una casa, una camioneta, saltar en paracaídas y celebrar su cumpleaños en los go karts. Todo quedó inconcluso la noche en que intentó salvar a otros.
Su familia lo despidió el 5 de noviembre en el panteón de Tepexpan. “El Custodio me lo arrebató”, repitió Jessica frente a su ataúd, acompañado de flores, veladoras y un silencio que pesaba más que las palabras.
El ataque de “El Custodio”
De acuerdo con los reportes, Roberto Carlos “N”, creador de contenido con más de cuatro mil seguidores en YouTube, discutió con sus vecinos Daniel y Karla por un problema de estacionamiento. La tensión escaló y el hombre, que se hacía pasar por guardia de seguridad, sacó un arma y les disparó.
Daniel, conductor de transporte público, y Karla, ama de casa, murieron al instante. Omar, que solo había salido de su taquería para ayudarlos, también fue asesinado.
La comunidad asegura que "El Custodio" era un hombre violento. Los vecinos ya habían presentado denuncias por amenazas, pero las autoridades hicieron caso omiso. “Ese hombre nos tenía amenazados a todos”, contaron.
El luto de Acolman
Mientras el cuerpo de Omar era velado, a unas calles de distancia los familiares de Daniel y Karla también despedían a sus seres queridos. Cuatro hijos quedaron huérfanos tras el ataque; las hijas de Omar también quedaron en la orfandad.
“Muy trabajador, muy responsable. Nadie puede hablar mal de él, era un buen muchacho”, contaron sus vecinos. La madre de Omar, su esposa Diana Escobar y su abuela ahora piden apoyo económico, pues él era el único sustento familiar.
“Queremos justicia”
En la casa del agresor, la policía halló chalecos antibalas, artículos tácticos y un arma de fuego. Todo indica que Roberto Carlos “N” planeó su huida: dejó comida a sus tres perros antes de escapar. Hasta hoy, sigue prófugo.
“Pido que lo agarren, porque es una persona peligrosa. Si eso hizo aquí, ¿qué puede hacer donde se esconde?”, dijo Jessica, temerosa pero firme.
La Fiscalía del Estado de México mantiene el caso abierto y continúa la búsqueda. Mientras tanto, la historia de Omar —el taquero que murió por ayudar— se ha vuelto símbolo de una comunidad cansada de la impunidad.
En Real del Valle, todos coinciden en una frase que se repite como plegaria: Omar no murió por meterse en un pleito; murió por no ser indiferente.
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