¿Por qué las mujeres piden que no las feliciten el 8M?
Algunas tiendas o establecimientos aprovechan el día para dar promociones bajo el lema "Feliz Día de la Mujer"

Cada año, en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es común ver mensajes de felicitación en redes sociales, empresas y espacios públicos. Sin embargo, muchas mujeres han expresado su rechazo a este tipo de gestos, argumentando que la fecha no es una celebración, sino una jornada de lucha, memoria y protesta.
Un día de lucha, no de festejo
El 8M no es un día de celebración, sino de conmemoración, pues su origen está ligado a la lucha de las mujeres por igualdad de derechos, justicia y el fin de la violencia de género. Esta fecha recuerda a las trabajadoras textiles que murieron en un incendio en Nueva York en 1908, así como a todas las mujeres que han alzado la voz en la historia por mejores condiciones laborales y derechos fundamentales.
Por ello, muchas mujeres consideran que felicitar en este día trivializa la lucha feminista y convierte una jornada de protesta en una ocasión festiva.
Más que flores y regalos, exigencias de derechos
En algunos espacios, el 8M se ha comercializado con promociones en tiendas, descuentos en spas o frases como "Feliz Día de la Mujer", acompañadas de flores y regalos. Sin embargo, activistas y colectivos han señalado que esto desvirtúa el verdadero sentido de la fecha, ya que las mujeres siguen enfrentando brechas salariales, violencia de género, acoso y feminicidios.
Lo que muchas mujeres piden en esta fecha no es una felicitación, sino acciones concretas para mejorar su realidad:
Políticas públicas efectivas contra la violencia de género.
Salarios justos e igualdad de oportunidades en el ámbito laboral.
Condiciones seguras en todos los espacios, libres de acoso y violencia.
Justicia para las víctimas de feminicidio y violencia machista.

El verdadero significado del 8M
En lugar de felicitar, activistas y organizaciones sugieren usar este día para reflexionar, informarse y sumarse a las acciones que buscan un mundo más equitativo para las mujeres. Marchas, conversatorios, foros y actividades de protesta son algunas de las formas en que las mujeres toman las calles para exigir un cambio.
El mensaje es claro: el 8M no es un día para celebrar, sino para recordar, exigir y transformar.