¿Qué ocurrió con los hijos de Doña Mari? Abuelita que falleció esperando en Central Camionera
La mujer llevaba tiempo en situación vulnerable

Durante años, María de Jesús Mundo, mejor conocida como Doña Mari, esperó en silencio en una banca de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) el regreso de sus hijos. Ahí, entre el ir y venir de pasajeros, cantaba para conseguir unas monedas, tomaba el sol por las tardes y dormía en el mismo lugar donde este jueves murió sola.
Doña Mari, de 80 años, llevaba tiempo en situación vulnerable. Su historia se viralizó en 2024 cuando un video mostró a la anciana sentada en la central camionera con su bastón, una pequeña bolsa y un rostro desgastado por la espera.
Al ser entrevistada, reveló que tenía tres hijos: Víctor Manuel, quien radicaría en Estados Unidos, y dos hijas, María Guadalupe y Alma, supuestamente residentes de algún municipio poblano. Desde entonces, el DIF Estatal lanzó una campaña pública para intentar localizarlos, sin resultados claros.
💔Muere doña Mari en central camionera de Puebla. Espero, por tres años, que sus hijos llegaran por ella. ¡Sin palabras! pic.twitter.com/rjQ4Rn0tcW
— Videos y más (@VideosFacil2022) July 25, 2025
¿Qué se sabe sobre los hijos de Doña Mari?
A pesar de los esfuerzos institucionales, nunca se confirmó que sus hijos la hayan buscado o respondido al llamado. De hecho, se sabe que incluso cuando el DIF le ofreció a la señora ayuda para ingresar a un albergue, ella se negó. Siempre respondía que no podía irse, que sus hijos llegarían por ella.
Los administradores de la CAPU le permitieron permanecer en el sitio, ya que era una figura reconocida por trabajadores y usuarios frecuentes. Por las mañanas, saludaba a la gente, y muchos le daban pan, ropa o algo de dinero. Pero con el paso del tiempo su salud fue deteriorándose, ya que sufría infecciones en una pierna, problemas para caminar y padecimientos en la vejiga que se agravaban sin tratamiento.
Este jueves, su ausencia de movimiento llamó la atención de quienes ya la conocían. Algunos usuarios notaron que no respondía, por lo que alertaron a elementos de seguridad, quienes solicitaron apoyo médico. Cuando los paramédicos llegaron, confirmaron que Doña Mari había muerto, sentada en la misma banca donde pasó años aguardando a sus seres queridos.
El cuerpo no ha sido reclamado
El lugar fue acordonado por las autoridades mientras llegaba personal de la Fiscalía General del Estado para realizar el levantamiento del cuerpo. El cadáver fue envuelto con cuidado en sábanas y trasladado al Servicio Médico Forense, donde permanece sin ser reclamado.
Desde que su historia se hizo pública, muchas personas se preguntaron si realmente Doña Mari tenía familia. La respuesta es sí, sus hijos fueron identificados, sus nombres circularon en redes, y sus rostros fueron solicitados por instituciones. Sin embargo, hasta el momento, ninguno ha reclamado el cuerpo de la mujer.