"Quería donar su cerebro a la ciencia": filtran perfil psicológico de Miguel "N", feminicida de Iztacalco
El hombre aparentemente solicitaba libros para leer durante su tiempo en la cárcel
A unos días de que se confirmó la muerte de Miguel "N", el químico que se encontraba detenido acusado por feminicidio, nuevos detalles han salido a la luz sobre el tiempo que pasó en prisión. De acuerdo con una entrevista realizada por el diario El País a Erendali Trujillo, la abogada de sus últimas víctimas, ella tuvo oportunidad de realizarle una entrevista al sospechoso, de la cual pudo obtener algunos rasgos sobre su personalidad.
De acuerdo con lo dicho por Trujillo, ella acudió al Reclusorio Oriente con el objetivo de conocer la peligrosidad del sospechoso y así pedir la pena máxima, para ello se reunió con él dentro de la cárcel. La abogada de las víctimas relató que, para cuando pudo verlo, el hombre había bajado de peso y que además desprendía un fuerte olor, pero parecía tener una actitud "tranquila".
La abogada de las víctimas adelantó que el hombre pedía libros para poder leer dentro de su celda, aunque se desconoce si tenía una habitación solo para él, o si compartía el cuarto con otros internos. Trujillo también dijo que Miguel "N" no era aceptado por otros presos, ya que lo consideraban un "soberbio", pese a que nunca estuvo involucrado en peleas.
Buscaban que fuera trasladado a un penal de máxima seguridad
Trujillo también dijo que ella y su equipo buscaban que el feminicida de Iztacalco fuera trasladado a una prisión de máxima seguridad, pero la muerte del hombre truncó sus planes. "Es difícil controlar a un interno como Miguel, que no quiera suicidarse, que no quiera agredir a otro compañero. Necesitaba cámaras, salir cuando no hubiera más internos", comentó la defensora legal.
Agregó que "en los penales de máxima seguridad está más restringido quién ingresa y las llamadas. Eso fue lo que les falló aquí". La abogada también dijo que el feminicida de Iztacalco no recibía visitas y recordó que el padre de Miguel había fallecido durante la pandemia por COVID-19, por lo que únicamente le quedaba su madre y una de sus hermanas, pero ninguna de las dos acudió a visitarlo en fechas recientes.
Quería donar su cerebro a la ciencia
Sobre el perfil psicológico de Miguel "N", la abogada de las víctimas destacó que el hombre constantemente se quejaba de que no recibía cartas de amor como otros famosos asesinos seriales; de igual manera, comentaba que quería donar su cerebro a la ciencia, pero nunca llegó a firmar un acuerdo para llevar a cabo sus planes a futuro.
Sobre lo que pensaba Miguel "N", Trujillo detalló que el hombre no quería un abogado, puesto que asumía que pasaría mucho tiempo en la cárcel. "Él mismo le dijo a su madre que no contratara a un abogado porque sabía que se iba a quedar ahí dentro de la cárcel y no quería que gastara, se quedaba con el de oficio", recordó la abogada de las víctimas en entrevista para el medio El País.
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