¿Quién era ‘El Wero’ de Tekit? Los crímenes e impunidad que lo llevaron al linchamiento
Una vida de violencia, feminicidio y un desenlace brutal en Tekit, Yucatán

El caso de Ismael Alejandro Abam Canché, mejor conocido como "El Wero" de Tekit, estremeció a Yucatán tras su linchamiento a manos de una turba enardecida. El joven de 22 años tenía un extenso historial de delitos, incluyendo homicidio, violencia familiar, robos y agresiones. Su último crimen fue el asesinato de María Candelaria S. P., alias “Doña Candy”, de 69 años, lo que desató la furia de la comunidad.
Un historial marcado por la violencia y la impunidad
Desde 2021, Ismael estuvo vinculado a diversos crímenes de extrema violencia:
Homicidio en un centro de rehabilitación (2021):
Asesinó a un joven chiapaneco de 23 años en un anexo de Xelpac, Kanasín. La víctima dormía en una hamaca cuando "El Wero" lo atacó con un pico, causándole la muerte. Alegó haber sufrido alucinaciones y creer que estaba atacando al diablo. A pesar de la brutalidad del crimen, fue declarado inimputable por supuestos problemas mentales y quedó en libertad.Violencia y delitos en Tekit:
Múltiples arrestos por violencia familiar y robos con violencia.
Agresión con un bate a un joven dentro de una iglesia.
Amenazas constantes a vecinos y reincidencia en ataques físicos
LO QUEMARON VIVO 😨
— La Hora (@LaHoraMX) January 28, 2025
Este es el momento cuando un sujeto atacó con un machete a una mujer de la tercera edad provocándole la muerte en #Tekit Yucatán. Los pobladores lo agarraron y "El Wero" fue linchado por vecinos quienes lo quemaron vivo. pic.twitter.com/ttAnCg78HQ
Múltiples arrestos por violencia familiar y robos con violencia
Agresión con un bate a un joven dentro de una iglesia.
Amenazas constantes a vecinos y reincidencia en ataques físicos.
A pesar de las múltiples denuncias, las autoridades nunca tomaron medidas contundentes contra él, lo que generó desconfianza en la población.
El feminicidio que desató la ira de Tekit
El 27 de enero de 2025, Ismael atacó brutalmente a Doña Candy con un machete en la cabeza. La mujer fue trasladada al Hospital Juárez de Mérida, donde falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas.
Cuando la comunidad de Tekit se enteró del crimen, decidieron tomar justicia por mano propia.
Rastrearon a “El Wero” en su casa, estaba escondido en el techo.
Su madre lo convenció de entregarse a las autoridades. Tras haber confesado su crimen y ser detenido, fue subido a una patrulla para ser trasladado a la comandancia municipal.
La patrulla no avanzó ni 100 metros cuando fue bajado de la unidad por la población, golpeado y llevado a la calle donde había atacado a la víctima.
La multitud lo roció con gasolina y le prendió fuego, acabando con su vida ante la mirada de decenas de personas y la policía, que no intervino.
Un pueblo harto de la impunidad
Los pobladores justificaron el linchamiento como una respuesta al abandono de las autoridades. Según testimonios, "El Wero" era un asesino en libertad debido a su “estado mental”.
Además, algunos señalaron que días antes del feminicidio, los hijos de Doña Candy habían apedreado su casa, lo que habría desatado un conflicto que terminó en tragedia.

El lado oscuro de Ismael: rituales y consumo de sustancias
Tras su muerte, las autoridades encontraron en su habitación un altar a la Santa Muerte, rodeado de veladoras y ofrendas. Esto ha sido interpretado como un intento de protección espiritual en medio de una vida llena de violencia y crimen.
Además, versiones locales afirman que Ismael tenía problemas de adicción y que su comportamiento errático estaba relacionado con el consumo de sustancias ilícitas.
La reacción del gobierno y la madre del linchado
El Ayuntamiento de Tekit, encabezado por José Antonio Sosa Hernández, condenó los hechos y aseguró que reforzarán las estrategias de seguridad para prevenir futuros actos de violencia.
Por otro lado, la madre de Ismael, Leticia Canché, exigió justicia por su hijo:
“Yo lo entregué para que pagara lo que hizo, pero me lo mataron de la peor manera”, declaró.
Según su testimonio, Ismael estaba escondido en el techo de su casa cuando la multitud llegó. Ella lo convenció de entregarse a la policía, pero apenas fue subido a la patrulla, los pobladores lo sacaron y lo lincharon. Ella no pudo salir porque también amozaron con matarla.
Además, aseguró que entre los responsables del linchamiento había presuntos vendedores de drogas, quienes supuestamente influyeron en la vida de su hijo y lo llevaron a su trágico desenlace.
En Tekit, #Yucatan lincharon a "El Güero", sujeto que momentos antes había atacado a una mujer de la tercera edad, quien falleció más tarde en el hospital. No era la primera víctima del "Güero", en 2022 había asesinado en un anexo, pero su defensa lo salvó con el argumento de… pic.twitter.com/hshPpPF7yK
— ZuritaCarpio (@ZuritaCarpio) January 29, 2025
Investigación en curso
La Fiscalía General del Estado de Yucatán abrió una carpeta de investigación (Acta UNATD14-GG/102/2025) para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Sin embargo, la comunidad sigue exigiendo medidas concretas para evitar que la impunidad y la violencia sigan escalando en Tekit y otras regiones de Yucatán.
¿Justicia o venganza?
El caso de "El Wero" de Tekit refleja el colapso del sistema de justicia en comunidades donde la impunidad y la desesperación llevan a las personas a tomar medidas extremas.
Por un lado, su historial delictivo y la inacción de las autoridades permitieron que continuara agrediendo a la población. Por otro, el linchamiento expone un problema aún mayor: la falta de confianza en las instituciones y el peligro de que la violencia se normalice como método de justicia.
El feminicidio de Doña Candy y el linchamiento de Ismael "El Wero" dejaron a Tekit marcado por la tragedia y un mensaje claro: cuando las autoridades fallan, la gente toma la justicia en sus propias manos, con consecuencias irreversibles.
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