Trump desata controversia: ¿es posible que México sea anexado a EE.UU.?

Mabel González 7 enero, 2025

El republicano planteó esa posibilidad hace unas semanas y ahora volvió a arremeter contra México

 ©Freepik. - ¿Podría EE.UU. anexarse a México?

Donald Trump volvió a arremeter contra México calificándolo como un país con muchos problemas dominado por el narco, además, el presidente electo de Estados Unidos propuso cambiar el nombre del Golfo de México al Golfo de América, mientras insiste en adquirir Groenlandia y el Canal de Panamá. Con una visión mucho más radical que en su primer mandato, el republicano asumirá la presidencia de EE.UU. el próximo 20 de enero, ejerciendo una presión para nuestro país, tras decir que la nación y Canadá deberían anexarse como estados estadounidenses. 

Aunque esto lo dijo a principios de diciembre de 2024, las tensiones con Canadá y la dimisión del primer ministro, Justin Trudeau, volvieron a poner sobre la mesa la posibilidad de que insista en anexar a ambos países –vecinos del norte y sur de EE.UU.--- a su gobierno, pues además ha hecho énfasis en que invadirá México para controlar al crimen organizado, algo que ha sido celebrado por la oposición, pero rebatido férreamente por la presidente Claudia Sheinbaum y los legisladores de la Cuarta Transformación. 

¿Es posible que se anexe México a EE.UU,?

La posibilidad de que Estados Unidos anexe a México a su territorio es una idea que, aunque ha surgido en declaraciones y especulaciones, es completamente inviable en términos legales, políticos y diplomáticos. A pesar de las tensiones recurrentes entre ambos países, especialmente durante la campaña presidencial de Donald Trump, la anexión de México a Estados Unidos no es una opción viable en el marco del derecho internacional ni de la constitución de ambos países.

La idea de la anexión de México a Estados Unidos ha estado presente en momentos de tensión política entre ambas naciones, pero no es un concepto nuevo ni actual. Históricamente, la relación entre ambos países ha sido compleja y ha tenido episodios conflictivos, como la Guerra Mexicano-Estadounidense (1846-1848), que resultó en la pérdida de grandes territorios para México, incluidos los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México y otros. Esta guerra terminó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, donde México cedió vastos territorios a cambio de 15 millones de dólares y la promesa de que los derechos de los ciudadanos mexicanos en esos territorios serían respetados.

En tiempos más recientes, la retórica de políticos como Donald Trump ha revivido la idea de una intervención estadounidense en México, especialmente para enfrentar el narcotráfico y la violencia derivada de los cárteles. Trump ha hablado de diversas medidas, desde la construcción de un muro fronterizo hasta intervenciones militares para frenar el tráfico de drogas, lo que ha aumentado las tensiones entre ambos países. Sin embargo, la idea de una "anexión" en términos formales es completamente diferente de una intervención militar o de una política exterior agresiva.

Inviabilidad jurídica de una anexión

Desde un punto de vista legal, la anexión de México por parte de Estados Unidos es prácticamente imposible bajo las leyes internacionales y las constituciones de ambos países:

  • Derecho Internacional: La Carta de las Naciones Unidas, así como otros tratados internacionales, prohíben la anexión de territorios por la fuerza. El principio de soberanía de los Estados es un pilar fundamental del derecho internacional moderno. Cualquier intento de anexión violaría este principio, lo que llevaría a condenas internacionales, sanciones y aislamiento diplomático para el país agresor.

  • La Constitución de México: La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es clara al respecto. México es un Estado soberano e independiente, y cualquier intento de modificar esa soberanía requeriría una serie de reformas constitucionales que no solo serían extremadamente difíciles de lograr, sino que también podrían ser un acto de traición, con consecuencias graves a nivel nacional.

  • La Constitución de Estados Unidos: La Constitución de los Estados Unidos establece que cualquier tipo de cambio en la soberanía territorial de un Estado requiere la aprobación del Congreso y de la población del territorio afectado. La anexión de otro país no se contempla en la legislación estadounidense y sería un proceso extremadamente complicado, probablemente inviable. Además, implicaría la integración de más de 120 millones de personas, una diversidad cultural y política que no podría ser absorbida sin cambios profundos y complicados en el sistema estadounidense.

Consecuencias de una posible anexión

Aunque Trump insiste en que Estados Unidos subsidia a Canadá y México, lo cierto es que son naciones independientes, si bien la economía de nuestro país es más débil que la estadounidense, la nación mexicana es líder en la producción de varios artículos y los exporta al país de las barras y las estrellas. Podría pensarse que con una anexión EE.UU. saldría ganando a tener más ingresos, pero debería destinar parte de su Producto Interno Bruto (PIB) a la población mexicana. 

Los problemas de logística no tardarían en aparecer, además deberían de cambiarse las constituciones políticas y el orden geopolítico. Sin contar que habría importantes choques culturales, lo que generaría un gran caos. 

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