"Z-40" y "Z-42": La historia de Miguel y Omar Treviño Morales, los líderes sanguinarios de Los Zetas
Los peligrosos capos fueron extraditados hacia Estados Unidos

Miguel y Omar Treviño Morales, conocidos como "Z-40" y "Z-42", han sido señalados por el Departamento de Estado de Estados Unidos como responsables de asesinatos, secuestros y tortura dentro de Los Zetas y el Cártel del Noreste (CDN).
Autoridades de EE.UU. confirman extradición del "Z-40" y el "Z-42"
"Se presume que Miguel y Omar Treviño Morales son personalmente responsables de cometer decenas de asesinatos y de dirigir asesinatos, secuestros y actos de tortura por parte de miembros de Los Zetas y el CDN para promover y proteger las actividades de narcotráfico del Cártel y enriquecer a sus miembros", indica el comunicado oficial.
Pero, ¿quiénes son realmente "Z-40" y "Z-42"?
Miguel Treviño Morales, "Z-40": el capo más sanguinario de Los Zetas
Miguel Ángel Treviño Morales, alias "Z-40", es considerado por las autoridades de México y Estados Unidos como el hombre más peligroso y sanguinario que ha tenido tanto el Cártel del Golfo como la organización de Los Zetas. Fue él quien llevó la violencia al extremo, ordenando que sus sicarios descuartizaran cuerpos y usaran el llamado "guiso de los enemigos", método en el que las víctimas eran disueltas en ácido.
A diferencia de otros líderes de Los Zetas, Treviño Morales no tenía un pasado militar, sino que ascendió en el crimen organizado desde los niveles más bajos. Nació en 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en una familia numerosa con 13 hermanos. Sus padres y hermanos vivieron durante años en Dallas, Texas, donde él entró en contacto con la pandilla de Los Tejas, grupo criminal dedicado al robo de autos, venta de drogas y tráfico de armas.
Su primer referente en el narcotráfico fue su hermano mayor, Juan Francisco Treviño, alias "Kiko Ozuna", quien traficaba droga hacia Estados Unidos hasta que fue detenido y condenado a 22 años de prisión cuando Miguel tenía apenas 19 años.

Treviño Morales inició en el crimen organizado lavando autos y como mensajero de Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo. Su dominio del inglés le permitió ganarse la confianza de Cárdenas y con el tiempo tomó el control de la pandilla de Los Tejas, imponiendo su autoridad con el cobro de derecho de piso a otros grupos delictivos en Nuevo Laredo.
Su ascenso fue imparable. Cuando Los Zetas se separaron del Cártel del Golfo en 2010, Miguel Ángel asumió el liderazgo tras la caída de Heriberto Lazcano, alias "El Lazca". Su mandato estuvo marcado por masacres como la matanza de San Fernando en 2010, donde 72 migrantes fueron asesinados por no pagar extorsiones, y el ataque al Casino Royale en 2011, donde 52 personas murieron tras un incendio provocado.
Su reinado de terror terminó el 15 de julio de 2013, cuando fue capturado por la Marina en un operativo en Nuevo Laredo. Desde entonces, permanece en prisión en el Altiplano, en espera de juicio.
Omar Treviño Morales, "Z-42": el sucesor de la violencia
Omar Treviño Morales, alias "Z-42", es el hermano menor de Miguel y fue su sucesor en el liderazgo de Los Zetas tras su captura en 2013. A diferencia de Miguel, mantuvo un perfil más discreto, pero siguió operando con la misma brutalidad.
Dirigió la organización hasta su arresto el 4 de marzo de 2015, en un operativo realizado en San Pedro Garza García, Nuevo León. Fue acusado de narcotráfico, secuestro y homicidio, y su detención marcó el principio del colapso de Los Zetas, que posteriormente se dividieron en células más pequeñas como el Cártel del Noreste (CDN).

Actualmente, Omar Treviño Morales permanece en prisión enfrentando múltiples procesos judiciales, pero su captura no significó el fin de la violencia en el noreste de México.
El legado de Los Zetas y el Cártel del Noreste
Tras la caída de los hermanos Treviño Morales, Los Zetas se fragmentaron en varias células. El Cártel del Noreste, derivado de Los Zetas, sigue operando en estados como Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Veracruz, manteniendo el control de rutas de tráfico y disputas violentas con otros cárteles.
Las acusaciones recientes del Departamento de Estado refuerzan la presión internacional contra lo que queda de la estructura criminal que los Treviño Morales ayudaron a consolidar. Mientras tanto, México y EE.UU. continúan las investigaciones para desmantelar por completo su red de violencia y narcotráfico.
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