"Cobró de otra forma": Silvia Pinal confesó antes de morir que sí le pagó a Diego Rivera por su retrato

Una de las piezas más valiosas de la casa de Silvia Pinal es el famoso retrato que le hizo Diego Rivera en 1956, y que se encuentra colgado en su sala. Aunque durante mucho tiempo la diva del cine mexicano dijo que fue un regalo y que el pintor mexicano no le cobró nada, años antes de morir confesó que sí le pagó por su trabajo, pero no con dinero.

Fue en una entrevista que tuvo con Ventaneando durante una comida en su casa, cuando Silvia Pinal compartió con los conductores la historia del famoso cuadro. La actriz aclaró que ni ella buscó a Diego Rivera ni él le pidió que posara para él, sino que todo fue gracias a Manuel Rosen, el arquitecto que le hizo su casa.

“Ni él me pidió ni nada, yo tenía un arquitecto que, por cierto, se acaba de morir, Manuel Rosen. Me dice: 'Silvia, ¿por qué no te pinta Diego Rivera?’ Le dije: ‘No, me va a cobrar, imagínate’, y me dijo: ‘No, yo me encargo, yo hablo con el maestro’”, contó Silvia Pinal.

Silvia Pinal confesó que estaba preocupada porque pensó que le iba a cobrar mucho, pero tal y como le dijo Rosen, casi no le cobró nada. Su declaración despertó curiosidad en los conductores, quienes le cuestionaron si le había pagado algo, a lo que respondió que sí, pero no con dinero.

Según la actriz, Diego Rivera le pidió que le prestara su cuadro para que viajara por el mundo y la gente pudiera ver su trabajo, a lo que Pinal accedió con la condición de que se lo regresara.

“Se portó muy bien, casi ni me cobró, cobró de otra forma: que se fuera el cuadro a viajar, que sirviera su trabajo para que lo viera la gente. Eso se me hizo muy justo. Le dije: ‘Cómo no, maestro, que se lo lleven, pero tenga con v de vuelta’”.

Tras la muerte de Silvia Pinal, el programa Ventaneando compartió el clip de la entrevista en su perfil de TikTok, donde rápidamente se viralizó y nuevas generaciones pudieron conocer la historia. Actualmente, se estima que el valor del cuadro es de 3 millones de dólares, el equivalente a 60 millones de pesos mexicanos.