En plena tensión con Venezuela, EE.UU. destruye dos lanchas más en el Pacífico y mata a cinco
El ataque a dos presuntas narco-lanchas eleva a más de 100 los muertos en operaciones similares de EE. UU.
En medio de la creciente tensión tras los bloqueos al acceso de buques petroleros desde Venezuela, Estados Unidos llevó a cabo un ataque contra dos embarcaciones en aguas internacionales del Pacífico Oriental, dejando un saldo de cinco presuntos narcotraficantes muertos, según informó el Comando Sur este jueves a través de su cuenta oficial en X.
Ataque coordinado por el Comando Sur
“El 18 de diciembre, bajo la dirección del Secretario de Guerra, Pete Hegseth, la Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur realizó ataques cinéticos letales contra dos buques operados por Organizaciones Terroristas Designadas en aguas internacionales”, indicó el comando estadounidense.
On Dec. 18, at the direction of @SecWar Pete Hegseth, Joint Task Force Southern Spear conducted lethal kinetic strikes on two vessels operated by Designated Terrorist Organizations in international waters. Intelligence confirmed that the vessels were transiting along known… pic.twitter.com/CcCyOgYRto
— U.S. Southern Command (@Southcom) December 19, 2025
El comunicado precisó que la inteligencia confirmó que las embarcaciones transitaban por rutas conocidas de narcotráfico y participaban en actividades relacionadas con el tráfico de drogas. Tres personas murieron en el primer buque y dos en el segundo, mientras que ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido. El Comando Sur publicó además imágenes de video de las embarcaciones antes de los impactos.
Intensificación de operaciones desde septiembre
Desde septiembre, Estados Unidos ha intensificado los ataques contra embarcaciones sospechosas en rutas marítimas estratégicas, como parte de un esfuerzo regional para frenar el flujo de drogas hacia Norteamérica. Según cifras oficiales, más de 100 personas han muerto desde el inicio de esta campaña. Los blancos de estas operaciones están registrados como parte de organizaciones señaladas previamente como terroristas extranjeras por el gobierno estadounidense.
Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia que combina control naval, vigilancia aérea y recopilación de inteligencia conjunta con socios en Sudamérica y Centroamérica, con el objetivo de mantener la presión sobre el narcotráfico y otras actividades ilícitas en la región.