La orca que cargó a su cría muerta 17 días y recorrió 16,000 km, tuvo un nuevo bebé
El ejemplar conmovió al mundo con su gesto de duelo
La orca conocida como J35, que en 2018 conmovió al mundo al cargar el cuerpo sin vida de su cría durante 17 días y recorrer más de 1,600 kilómetros en un gesto de duelo, ha dado a luz a una nueva cría, según informaron científicos del Centro de Investigación de Ballenas.
El pasado viernes, J35 fue vista en el estrecho de Puget, en la región del Pacífico Noroeste, acompañada de un diminuto ejemplar identificado como J61, que, según confirmaron los investigadores, es su nueva cría. Las primeras imágenes de la recién nacida fueron captadas por un fotógrafo aficionado, quien notó la pequeña aleta dorsal emergiendo del agua junto al grupo de orcas.
“Cuando vi la cría, sentí un completo asombro. Revisando las fotos me di cuenta de que era mucho más pequeña que cualquier otro joven del grupo”, relató el fotógrafo.
Aunque el avistamiento de J61 trae esperanza para esta población de orcas en peligro crítico de extinción, los primeros días de vida de las crías son sumamente peligrosos. Según el Centro de Investigación de Ballenas, las orcas recién nacidas enfrentan una alta tasa de mortalidad en su primer año, principalmente debido a la disponibilidad limitada de salmón, su principal fuente de alimento.
“Cada nacimiento es crucial para la recuperación de esta población. Es vital que estas ballenas tengan suficiente pescado para sostenerse y alimentar a sus crías”, destacó el centro en un comunicado.
J35 no es ajena a los desafíos de la maternidad. En 2020, dos años después de su desgarradora pérdida, fue vista con otra cría que logró sobrevivir. Su comportamiento durante el duelo en 2018 llamó la atención global y puso en evidencia la complejidad emocional de estos mamíferos, conocidos por sus fuertes lazos sociales y cuidado intergeneracional.
Actualmente, el grupo de orcas al que pertenece J35, conocido como el "J-Pod", cuenta con apenas 75 individuos. Este grupo habita en las aguas entre el estado de Washington y Columbia Británica, una región que enfrenta crecientes desafíos ambientales que afectan la salud de las orcas y su ecosistema.
El nacimiento de J61 representa una chispa de esperanza para esta comunidad de orcas y un recordatorio de la importancia de proteger sus hábitats para garantizar su supervivencia.