Presidente Nayib Bukele dice que democracia y DDHH "son términos" para "someter" pueblos
El primer año del segundo mandato consecutivo de Bukele ha sido señalado de inconstitucional

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuestionó duramente este domingo algunos de los principios que, en teoría, sustentan los sistemas democráticos. Durante su discurso por el primer año de su segundo mandato, el mandatario afirmó que conceptos como democracia, transparencia, derechos humanos y Estado de derecho, lejos de representar libertades reales, han sido utilizados como mecanismos para mantener sometidos a países como el suyo.
En un acto solemne de la Asamblea Legislativa realizado en el histórico Teatro Nacional de San Salvador, Bukele tomó la palabra ante diputados, funcionarios e invitados especiales.
Desde el escenario, el presidente salvadoreño aseguró que esos valores, aunque suenan bien en el discurso político y diplomático, han sido vaciados de contenido y empleados con fines de control externo.
“Democracia, institucionalidad, transparencia, derechos humanos, Estado de derecho… suenan bien, son grandes ideales en teoría, pero en la práctica, son términos que se usan para mantenernos sometidos”, dijo Bukele ante un auditorio que lo aplaudía.
Un discurso que desafía los estándares internacionales
"Tristemente somos testigos de cómo países hermanos nuestros todavía creen en estos organismos internacionales, todavía creen en estos tratados que supuestamente son para ayudarnos a nuestros derechos humanos y algunos políticos de la región (Latinoamérica) lamentablemente se prestan a este juego", apuntó el mandatario.
Las declaraciones de Bukele se producen en un contexto en el que su gobierno ha sido fuertemente criticado por organizaciones internacionales debido a la concentración de poder, las restricciones a la prensa y el prolongado régimen de excepción vigente desde 2022 para combatir a las pandillas, que ha derivado en más de 70,000 detenciones, muchas de ellas sin debido proceso.
Bukele fue reelegido en febrero de 2024 con una amplia mayoría, tras una polémica interpretación constitucional que permitió su postulación inmediata, a pesar de que la Constitución salvadoreña tradicionalmente prohíbe la reelección consecutiva.