Terremoto en el Tíbet deja al menos 53 muertos y decenas de heridos

Este martes 7 de enero , un devastador terremoto de magnitud 6.8 sacudió la región occidental china del Tíbet, dejando un saldo de al menos 53 personas fallecidas y 38 heridas, según informó el diario local Nanfang Daily. El sismo se registró a las 09:05 hora local (01:05 GMT) en el condado de Tingri, prefectura de Xigaze, a una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con el Centro de Redes Sismológicas de China.

El condado de Tingri fue el más afectado por el desastre, con 32 de las víctimas mortales contabilizadas en esa zona. Además, más de 1,000 viviendas colapsaron, dejando a numerosas personas atrapadas entre los escombros. El Ministerio de Gestión de Emergencias movilizó a aproximadamente 1.500 bomberos y trabajadores de rescate para asistir en las labores de salvamento.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) registró el terremoto con una magnitud de 7.1 y situó su epicentro a unos 75 kilómetros al noreste del monte Everest, en una región altamente sísmica donde las placas tectónicas de la India y Euroasia chocan, generando las majestuosas alturas del Himalaya. En contraste, las autoridades chinas reportaron una magnitud de 6.8.

Réplicas y riesgo continuo

Tras el sismo principal, se registraron decenas de réplicas que han generado temor entre los habitantes de la región, así como en áreas vecinas, incluyendo partes de Nepal. La agencia oficial de noticias Xinhua informó que otras 62 personas resultaron heridas, muchas de ellas con lesiones graves que requieren atención médica urgente.

Contexto geológico

El Himalaya es una de las zonas más activas sísmicamente del mundo debido al movimiento constante de las placas tectónicas que forman esta región montañosa. Este tipo de movimientos no solo causan desastres naturales como el ocurrido en Tingri, sino también transforman la geografía al modificar las alturas de algunos de los picos más altos del planeta.

Respuesta de emergencia

Las autoridades chinas han desplegado todos los recursos disponibles para atender a las víctimas y prevenir mayores tragedias. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para encontrar sobrevivientes, mientras que se han habilitado refugios temporales para los damnificados. La prioridad sigue siendo garantizar la seguridad de los habitantes y proporcionar asistencia humanitaria.

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