Para frenar a los cárteles mexicanos, EE.UU. debe detener el tráfico de armas
El 70% de las armas recuperadas en escenas del crimen en México provienen de EE.UU., sostiene John Lindsay-Poland
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El tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México es un factor clave en el fortalecimiento del crimen organizado y la violencia, sostiene John Lindsay-Poland, líder del proyecto Stop U.S. Guns to Mexico de la organización de derechos humanos Global Exchange, con sede en San Francisco, California.
En un editorial publicado en el diario estadounidense Miami Herald, Lindsay-Poland destaca que, como parte de las recientes negociaciones entre México y EE.UU. para evitar una guerra comercial, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se comprometió a desplegar 10,000 tropas en la frontera para frenar el tráfico de fentanilo y la migración irregular. A cambio, el presidente Donald Trump aseguró que trabajaría para detener el flujo de armas de alto poder desde EE.UU. hacia México, una promesa que, según el directivo, está por ponerse a prueba.
El activista subraya que el 70% de las armas recuperadas en escenas del crimen en México y rastreadas por autoridades provienen de Estados Unidos, adquiridas principalmente en tiendas y ferias de armas en Texas, Arizona y California. Estas armas, señala, son compradas por ciudadanos estadounidenses y luego traficadas a México, donde son utilizadas por los cárteles para operar el narcotráfico, aterrorizar comunidades e intimidar a las autoridades.
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Urgen a una orden ejecutiva para prohibir la venta de armas largas en EE.UU.
Además, Lindsay-Poland alerta sobre la situación en Haití, donde el tráfico de armas desde EE.UU., principalmente a través de Florida y Georgia, ha fortalecido a grupos criminales que controlan y atemorizan amplias zonas del país.
El autor advierte que la administración de Trump tiene margen de acción para tomar medidas decisivas contra el tráfico de armas. Entre ellas, se plantea la posibilidad de que el mandatario emita una orden ejecutiva para prohibir la venta en EE.UU. de rifles de asalto, armas calibre .50 y cargadores de alta capacidad, utilizados en miles de crímenes cometidos por cárteles. También se menciona la necesidad de que el Departamento de Justicia inspeccione a los distribuidores de armas vinculados con ventas ilícitas y se refuercen los controles en la venta de armas en línea y en ferias.
"Si hay una alianza con los cárteles, está en las tiendas de armas de EE.UU. que les venden armamento de alto poder", ha señalado Sheinbaum en respuesta a las acusaciones de Trump sobre supuestos vínculos del gobierno mexicano con el crimen organizado.
El compromiso de Trump para detener el tráfico de armas será puesto a prueba en los próximos 30 días, advierte Lindsay-Poland. La pregunta ahora es si el presidente de EE.UU. realmente tomará medidas concretas para frenar el flujo de armas que alimenta la violencia en México y Haití.