Aranceles a Asia: ¿oportunidad o riesgo para México?

Estefanía Arreola 12 septiembre, 2025

Adolfo Laborde, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), habló sobre los pros y contras de la propuesta arancelaria

 ©EFE - Muchos autos y piezas de la industria automotriz son traídos de China.

En entrevista para Con Ortega a las 10, el especialista Adolfo Laborde, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), analizó el impacto del anuncio del Gobierno de México sobre la imposición de aranceles a países sin tratado de libre comercio, como China, Corea, Indonesia, Tailandia y Vietnam.

Laborde explicó que la medida tiene una doble intención: incrementar la recaudación hasta en un 40% por concepto de importaciones y, al mismo tiempo, establecer un mecanismo de protección para la industria nacional frente a economías que han logrado penetrar el mercado mexicano sin acuerdos comerciales.

“La intención con estos aranceles es aumentar la recaudación, fortalecer a la industria nacional y proteger el empleo”
Adolfo Laborde.

La reacción de China y la presión de Estados Unidos

El especialista recordó que el anuncio no cayó bien en China. El vocero de la Cancillería de ese país calificó la medida como una forma de “coerción” que, según Pekín, va en contra de los principios de la globalización y el libre comercio.

 ©especial - Adolfo Laborde en entrevista para el noticiero "Con Ortega a las 10".

Laborde advirtió que detrás de este giro también se percibe la presión de Estados Unidos para que México reduzca su dependencia de China y se acerque más a las políticas arancelarias norteamericanas.

“Nos estamos acercando a una homologación de políticas comerciales hacia terceros países, lo cual también puede interpretarse como un guiño hacia Washington en la revisión del T-MEC”, señaló.

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Riesgo inflacionario para el consumidor

Al ser cuestionado sobre los efectos inmediatos en México, el académico explicó que el consumidor final será quien pague los aranceles si decide seguir comprando productos chinos como motos, autos, autopartes o calzado.

No obstante, destacó que los aranceles podrían abrir espacio para que productos mexicanos ganen competitividad, aunque puso en duda si existe capacidad interna suficiente para sustituir esas importaciones.

Abastecimiento y sustitución de proveedores

Laborde precisó que muchas importaciones de China son insumos que México utiliza para exportar manufacturas, por lo que gravarlas podría afectar la planta productiva nacional. En ese escenario, dijo, será necesario buscar nuevos proveedores en países con los que México tiene tratados de libre comercio, particularmente dentro del TIPAT (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico).

Estimó que los efectos inflacionarios o de desabasto podrían comenzar a sentirse en tres o cuatro meses, hacia inicios de 2026.

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Tratados pendientes y posibles represalias

El entrevistado recordó que México mantiene acuerdos pendientes, como el de Corea del Sur, y que no parece haber intención de nuevos tratados de libre comercio, sino más bien de fomentar la relocalización de empresas para evitar los aranceles.

Advirtió que China podría responder con una “política espejo”, imponiendo gravámenes de hasta 50% a productos mexicanos o restringiendo exportaciones de insumos estratégicos.

Sin embargo, también existe la posibilidad de que estas medidas incentiven a más empresas chinas a invertir en México para evitar los aranceles.