“Estrategia de seguridad da resultados y confianza, pero aún falta mucho por resolver”: Eduardo Guerrero
El consultor advierte que la expansión criminal heredada del sexenio pasado disparó la extorsión y que Sinaloa vive un repunte violento por alianzas entre cárteles rivales

El consultor en temas de seguridad, Eduardo Guerrero, afirmó en entrevista con Guillermo Ortega para El Financiero que la estrategia federal actual marca un giro sustancial respecto a la aplicada en el sexenio anterior, conocida por el lema “abrazos, no balazos”. Según explicó, aquella política envió a los grupos criminales el mensaje de que no serían confrontados en campo, lo que propició su expansión territorial.
Guerrero sostuvo que, aunque esa etapa no generó picos de violencia tan visibles, sí permitió la “colonización criminal” de amplias zonas del país. Esto, advirtió, es una de las causas del asfixiante problema de extorsión que hoy enfrenta México. En algunos casos, detalló, se habrían hecho pactos con autoridades locales para contener la violencia, incluso permitiendo a ciertos grupos eliminar a sus rivales, lo que derivó en un aumento de desapariciones y hallazgos de fosas clandestinas.
Reducción del 40% en criminalidad y papel de García Harfuch
El analista reconoció que, en contraste, la nueva estrategia ha reducido la criminalidad en un 40%, cifra respaldada por datos oficiales. Destacó la labor del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, a quien calificó como un funcionario con experiencia probada y credibilidad, gracias a su gestión en la Ciudad de México y su cercanía con la Presidencia.
Esa legitimidad, añadió, ha facilitado que gobernadores de oposición colaboren activamente, lo que ha permitido golpes certeros contra el crimen organizado y la detención de líderes delictivos.
Focos rojos: Sinaloa y la expansión de alianzas criminales
Pese a los avances, Guerrero advirtió sobre escenarios preocupantes, como el de Sinaloa, donde se ha desbordado la violencia tras una alianza entre “Los Chapitos” y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerados de los grupos más poderosos y peligrosos del país.
Esta unión ha provocado que la facción de la familia Zambada busque respaldo en organizaciones criminales locales, como Cárteles Unidos en Michoacán, intensificando la violencia. “Si no se contiene, esta dinámica podría replicarse en otros estados”, alertó.
Cooperación con Estados Unidos: inteligencia y finanzas
En materia de colaboración binacional, Guerrero habló de dos dimensiones clave. La primera, la coordinación con García Harfuch, que ha permitido el intercambio de inteligencia valiosa. La segunda, el frente financiero, donde Estados Unidos dispone de amplia información sobre lavado de dinero que ayuda a desmantelar células criminales.
Aunque reconoció el trabajo previo de Pablo Gómez al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), consideró que el actual titular es más acorde a los retos actuales.
En el ámbito político, afirmó que Estados Unidos evita coordinarse con el gobierno mexicano para actuar contra políticos ligados al crimen organizado, y en su lugar ejecuta acciones unilaterales debido a intereses propios.
Pese a los retos, Guerrero consideró positivo el reciente acuerdo de seguridad entre México y EE. UU., que, aunque modesto, “podría ser el inicio de una cooperación más amplia y efectiva”.
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