“Hemos encontrado puertas cerradas, queremos que nos escuchen como víctimas”: Adrián y Bryan LeBarón
Tras cinco años de la masacre de los LeBarón, la familia no ha encontrado justicia
En entrevista reciente con Guillermo Ortega para El Financiero, Adrián y Bryan LeBarón, hablaron sobre la tragedia que golpeó a su familia hace cinco años en Bavispe, Sonora, donde murieron tres mujeres y seis niños a manos de presuntos sicarios del grupo criminal La Línea.
El 4 de noviembre de 2019, tres mujeres de la familia LeBarón viajaban con sus hijos en camionetas por un camino de terracería, cuando fueron emboscadas y atacadas a balazos por los sicarios. Tras dispararles, los criminales incendiaron las camionetas, lo que resultó en que varias de las víctimas murieron quemadas. Este brutal ataque ocurrió a plena luz del día, en un área conocida por su aislamiento, lo que complicó la respuesta de las autoridades.
Adrián Lebaron explicó que el ataque fue planeado y que, según las investigaciones, más de 100 personas participaron en su ejecución. El motivo detrás del ataque se vincula con un pleito interno dentro de un cártel y la violencia derivada de sucesos como el conocido "Culiacanazo" días antes.
De acuerdo con Adrián, los sicarios tenían orden de disparar a cualquiera que pasara por esa zona, y en ese contexto, su hija y sus sobrinas se encontraron en el camino, lo que resultó en su muerte junto a algunos niños. El saldo fue de 17 personas acribilladas, de las cuales nueve perdieron la vida, entre ellas tres mujeres y seis niños.
El estado de las investigaciones
A pesar de que el caso fue de alto perfil y generó una fuerte cobertura mediática, las investigaciones siguen estancadas. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que había 36 detenidos, los Lebaron consideran que esto no ha cambiado nada en cuanto a la justicia. Según los hermanos Lebaron, esos 36 detenidos son personas capturadas hace años, pero ninguno ha sido procesado por los crímenes cometidos contra su familia.
Adrián Lebaron expresó que, a lo largo de estos años, se han encontrado con puertas cerradas y se sienten como víctimas olvidadas por las autoridades. A pesar de la frustración, ahora tienen la esperanza de que el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, pueda ayudarles, ya que confían en su capacidad. Aseguran que es necesario que el gobierno, especialmente la presidenta, reciba a la familia para conocer los hechos de primera mano y que pueda dimensionar la magnitud de lo ocurrido.
El dolor y la injusticia continúan
Bryan Lebarón lamentó que, a pesar de los años que han pasado, no haya habido avances en el caso. Incluso, en 2021, su asesor jurídico fue asesinado, lo que añadió más sufrimiento a una familia ya devastada por la violencia. Además, mencionaron que más del 60 por ciento de la población de la Mora (la comunidad de los Lebarón) ha tenido que desplazarse forzosamente debido a la creciente violencia.
Ambos señalaron que, aunque se reconoce el asesinato como un acto de terrorismo por un exfuncionario de Estados Unidos, las autoridades mexicanas aún no han clasificado el crimen como tal. De hecho, solo dos personas han sido sentenciadas, y uno de los acusados era el director de seguridad pública de Chihuahua, lo que sugiere que podría haber responsabilidad de funcionarios y hasta de policías en el ataque.
El temor por la impunidad
A los hermanos Lebarón les preocupa que los acusados puedan salir libres debido a tecnicismos legales. Temen que el caso se pierda en la impunidad y que, tras cinco años, las autoridades sigan diciendo que “ya se hizo justicia”, como afirmó el expresidente López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, solo porque hay detenidos. Sin embargo, consideran que la verdadera justicia aún está lejos, ya que de las 100 personas involucradas en el ataque, solo un número muy pequeño ha sido detenido, y aún existen 12 órdenes de aprehensión que no se han cumplido.
Los Lebaron concluyeron con un mensaje claro: el gobierno no debe esperar que se queden callados, si las autoridades quieren verlos en silencio, deben hacer su trabajo y brindarles verdadera justicia. Para ellos, la falta de avances en el caso de la masacre de su familia es una prueba de que, si no se resuelve un crimen tan mediático, es poco probable que otras víctimas de la violencia en México reciban algún tipo de justicia.
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