Lo sucedido a Alejandro Arcos Catalán es un nuevo indicio de la pérdida total del estado de derecho
La cabeza del alcalde fue exhibida de manera pública en un auto
“Alejandro Arcos Catalán se consideraba así mismo como un promotor de la paz, en sus discursos hablaba permanente de construir un ambiente de paz y de concordia en Chilpancingo, su llamado a la pacificación del municipio no sólo le costó la vida, sino que sus verdugos se ensañaron con él decapitándolo y exhibiendo su cabeza cercenada en el toldo de un vehículo donde también abandonaron su cuerpo, dos días antes había sido asesinado su segundo de abordo, el secretario del Ayuntamiento Francisco Tapia Gutiérrez, las cosas no están bien en Guerrero, pero tampoco lo están en muchos estados del país que han quedado a merced de los grupos militares”.