Azucena buscaba a su esposo Alexis Guadalupe Jiménez desde 2018, lo encontró en los crematorios del Rancho Izaguirre

Metzli Escalante 11 marzo, 2025

“Ese es su pantalón”: Azucena reconoció la ropa de su esposo, privado de su libertad cuando fueron a la tienda

 ©Especial. - Alexis Guadalupe Jiménez, sus presuntas botas y el Rancho Izaguirre.

El 5 de marzo, Azucena vio en una transmisión en vivo de Guerreros Buscadores de Jalisco lo que nunca imaginó encontrar: las prendas que su esposo, Alexis Guadalupe Jiménez, llevaba el día que desapareció. Entre cientos de objetos hallados en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, ella identificó un pantalón y unas botas. “Estoy 100% segura que es de él”, afirmó.

El día que los separaron

Alexis, un taxista de 30 años, fue privado de su libertad en noviembre de 2018 en Tecomán, Colima. Ese día, había salido con su esposa e hijo a una tienda cuando una camioneta los interceptó.

“Fuimos a la tienda junto con mi hijo. Cuando estábamos ahí, afuera de la tienda se emparejó una camioneta, y se bajaron dos personas armadas y lo amenazaron con las pistolas. A puro jaloneo lo subieron a la camioneta y se lo llevaron”, relató Azucena en una entrevista con N+. “Yo ya no volví a saber nada de él”.

Desde entonces, la mujer no dejó de buscar respuestas. Años después, sus preguntas podrían tener respuesta: los restos de Alexis tienen la posibilidad de estar en el Rancho Izaguirre, un predio que, según testimonios, funcionó como centro de exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Las pruebas en el rancho del horror

El Rancho Izaguirre ha sido escenario de hallazgos escalofriantes: cientos de prendas, maletas, cuadernos, zapatos y fotografías que han permitido a las familias reconocer a sus seres queridos desaparecidos.

Para Azucena, el impacto fue inmediato. Primero salió el pantalón (en la transmisión en vivo), y yo lo miré y dije ‘ese es de él. Y yo estoy 100% segura que es de él. La ropa esa es de él’. Y ya después salieron las botas. Yo desde un principio, cuando a él se lo llevaron, se me vino a la mente toda la ropa que él llevaba”.

Su certeza no es casualidad. Azucena se encargaba todos los días de los trabajos del hogar, por lo que siempre le buscaba y acomodaba la ropa a Alexis para que se fuera a trabajar. “Siempre se la acomodaba".

El largo camino de la búsqueda

Las autoridades y colectivos de búsqueda continúan trabajando en el Rancho Izaguirre, un lugar donde, según testimonios, jóvenes eran obligados a pelear entre sí, cavar fosas y enfrentar pruebas inhumanas para ser reclutados como sicarios.

El hallazgo de Alexis es un golpe más en la dolorosa lucha de miles de familias que buscan respuestas. Mientras tanto, Azucena, al igual que muchas otras mujeres, sigue esperando la confirmación final: la certeza de que, después de tantos años de incertidumbre, su esposo finalmente ha sido encontrado.

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