Bullying y salud mental: las carencias estructurales que expuso el caso Lex Ashton en la UNAM
Las señales ignoradas del atentado que acabó con la vida de un joven de 16 años en el CCH Sur

El asesinato de Jesús Israel, estudiante de 16 años en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM, a manos de otro alumno identificado como Lex Ashton, de 19 años, destapó un profundo debate nacional sobre violencia juvenil, abandono institucional y salud mental en México.
El ataque con arma blanca, ocurrido dentro de las instalaciones el 22 de septiembre, no solo enlutó a la comunidad universitaria, sino que también encendió las alarmas sobre la falta de políticas integrales para atender a niñas, niños y adolescentes en crisis.
La Red por los Derechos de la Infancia (Redim) fue tajante al señalar que el caso no puede reducirse a una historia de “victimario y víctima”. Para la organización, lo ocurrido refleja carencias estructurales en el acceso a servicios de salud mental, que dejan a miles de adolescentes en la indefensión frente a la depresión, la ansiedad y la violencia cotidiana.
Tania Ramírez, directora ejecutiva de Redim, advirtió ante medios como EFE que el aislamiento por la pandemia, los discursos de odio en redes sociales y el contexto de inseguridad que vive el país se han convertido en detonantes de crisis emocionales que no encuentran atención oportuna.
Escuelas sin apoyo psicológico
De acuerdo con la red, las preparatorias y secundarias mexicanas carecen de psicólogos y especialistas suficientes para dar seguimiento a estudiantes que viven exclusión o episodios de salud mental severos. La ausencia de acompañamiento profesional genera un vacío en el que proliferan conductas de riesgo.
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— Guillermo Ortega Ruiz (@GOrtegaRuiz) September 25, 2025
El perfil de Lex Ashton y las señales ignoradas
Lex Ashton se describía en redes sociales como “escoria”, lo que revela un trasfondo de profunda autoexclusión y malestar emocional. Su acto violento terminó con la vida de un compañero e hirió a un trabajador que intentó intervenir. Tras el ataque, Ashton intentó escapar y finalmente se lanzó desde un edificio dentro del plantel, resultando con fracturas en ambas piernas. Actualmente permanece bajo custodia en un hospital.
El llamado a políticas públicas integrales
Redim insistió en que la respuesta no puede limitarse a la revisión de mochilas o a la securitización de los planteles. Lo que se requiere son políticas de prevención, acompañamiento psicosocial y estrategias de construcción de paz que escuchen las voces de las juventudes.
“No se trata solo de castigar. Se trata de prevenir para que nunca más un adolescente sienta tal abandono y soledad y decida atentar contra la vida de alguien más y contra la propia”, sentenció la organización.
UNAM bajo presión
La máxima casa de estudios anunció revisiones a sus protocolos de seguridad y refuerzos en sus estrategias de apoyo psicosocial para la comunidad universitaria. Sin embargo, la tragedia en CCH Sur dejó claro que el reto va más allá de un plantel: es un reflejo de las fallas estructurales en la atención a la salud mental juvenil en México.