"Era alegre e inteligente": así recuerdan a Anuel, el niño de 6 años que murió aplastado en su escuela
El accidente ocurrió cuando los alumnos de primer año realizaban actividades escolares
Mientras autoridades de Coahuila investigan la muerte del pequeño Anuel Esquivel Cruz, un niño de seis años que perdió la vida de manera trágica cuando una parte metálica de una techumbre en construcción se desplomó sobre él dentro de su escuela, la Primaria Cuauhtémoc, sus familiares le dan el último adiós.
El accidente ocurrió la mañana del miércoles 22 de octubre, justo cuando los alumnos de primer año realizaban actividades escolares. La estructura metálica, aún sin asegurar, cedió repentinamente y cayó sobre el menor. A pesar de la atención inmediata, Anuel falleció al instante, dejando en shock a sus compañeros, maestros y a toda la comunidad.
En medio del dolor, su madre, Eslyn Cruz, pronunció palabras que reflejan una fe inquebrantable y una tristeza insondable. “Aquí nadie tiene la culpa, fue un accidente. Dios me lo prestó y Dios se lo llevó. Ya está con Él, y le pido que me dé fuerza para tener paz en mi corazón”, dijo entre lágrimas durante el velorio.
A su lado, su esposo Manuel Esquivel permanecía en silencio, mirando la fotografía de su único hijo. Ambos son un matrimonio joven, de profundas raíces cristianas, que encontraron consuelo en la oración y en el cariño de sus vecinos. En ese pequeño callejón de tierra donde vivían, hoy las voces de los niños fueron sustituidas por cánticos religiosos y suspiros contenidos.
Caso Anuel: detienen a hombre ligado al derrumbe que mató al niño de 6 años dentro de su primaria https://t.co/FSOlNzZZvx
— Guillermo Ortega Ruiz (@GOrtegaRuiz) October 23, 2025
Un niño alegre, inteligente y lleno de curiosidad
Para quienes lo conocieron, Anuel era un niño risueño, inquieto y muy inteligente. Le gustaba correr por el callejón con sus primos, armar juegos con lo que encontraba y preguntar de todo. Su abuela materna, María de los Ángeles Juárez, lo describió como “un tesoro travieso, con una sonrisa que iluminaba el día”.
Los vecinos cuentan que después de la escuela solía ir al centro del ejido con algunas monedas en la mano para comprar dulces o paletas, y que siempre regresaba corriendo a casa para mostrar su pequeño tesoro a su mamá. También disfrutaba dibujar y escuchar los cantos en el templo los domingos, donde se sabía de memoria las letras de los himnos cristianos.
En la comunidad todos lo conocían: el niño de mirada viva y paso ligero, el que saludaba a todos con educación y curiosidad. Por eso, su muerte no solo dolió en su casa, sino en todo el ejido. “Aquí todos se conocen. Todos lo vimos crecer. Era como si fuera de todos nosotros”, expresó una vecina que acompañó a la familia en el velorio.
Sin supervisión ni permiso: las omisiones fatales que costaron la vida a Anuel, niño aplastado en escuela de Coahuila https://t.co/3hx3ws8eiH
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Un adiós entre cánticos y lágrimas
La tarde del miércoles, el cuerpo de Anuel fue llevado a su hogar. Un pequeño ataúd blanco fue colocado en la sala, rodeado de flores, velas y fotografías. Su abuela y su madre entonaban himnos mientras familiares y amigos pasaban a despedirse. “Más allá del sol, más allá del sol, yo tengo un hogar, hogar bello hogar, más allá del sol”, se escuchaba entre sollozos.
El entierro se realizó en el panteón del ejido San Rafael de Abajo, una comunidad vecina. Sobre su fotografía quedó escrito un epitafio breve y conmovedor:“Hoy juegas en el cielo con los ángeles, mientras aquí te recordamos con el alma.”