Esto pensaba José Mujica sobre el narcotráfico y la violencia en México

Alejandra Jiménez 14 mayo, 2025

El expresidente de Uruguay fue una de las voces más firmes en denunciar los efectos del narcotráfico en México

 ©Cuartoscuro - El expresidente uruguayo cuestionó la estrategia global contra las drogas.

La muerte de José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, ocurrida este martes a los 89 años, deja un vacío en la política latinoamericana. Con una trayectoria marcada por la austeridad, la lucha social y una postura frontal frente a los grandes dilemas del continente, Mujica fue una de las voces más firmes en denunciar los efectos del narcotráfico en México y cuestionar la estrategia global contra las drogas.

Mujica: el narco es un fracaso estructural

Desde foros internacionales hasta entrevistas con medios de comunicación, Mujica advirtió durante más de una década que el fenómeno del narcotráfico en México no es solo un asunto de seguridad, sino una consecuencia de una política fallida a nivel global.

“México pone los muertos y la lana queda en otro lado”, dijo durante la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en 2016, en alusión a los beneficios financieros que obtienen otros países mientras México paga el costo humano.

En ese mismo encuentro, condenó los asesinatos de periodistas y consideró que la violencia ligada al crimen organizado no afecta únicamente a la prensa, sino a toda la estructura social mexicana.

“Plata o plomo”: el poder corrosivo del narco

Mujica sostenía que el narcotráfico pulveriza los valores sociales. En entrevistas con medios como CNN y Aristegui Noticias, alertó que el poder económico del narco es tan grande que “lo que no resiste ningún ejército del mundo son los granadazos de 100 dólares”.

“La evolución del narcotráfico significó pulverizar todo, es como una degradación dentro de la degradación”, afirmó en la SIP, en alusión a la corrupción, la impunidad y la pérdida del tejido social.

Legalizar para quitarle el negocio al crimen

Una de las posturas más firmes de Mujica fue su propuesta de legalizar y regular ciertas drogas para debilitar el mercado del crimen organizado. Como presidente, Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar el cannabis, una política que defendió como forma de “estropearles el mercado”.

“El problema grave es el narcotráfico, no la marihuana. Aquí existe un mercado clandestino que queremos desarticular”, dijo en 2012.

En sus reflexiones sobre México, reiteró que el país es víctima del consumo en Estados Unidos:

“Allá amontonan la lana y acá ponen los muertos”.

Incluso propuso que si EE. UU. eliminara su demanda de drogas, el narcotráfico en México desaparecería en semanas.

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“Estamos perdiendo la guerra contra la droga”

Para Mujica, seguir con el enfoque prohibicionista era un error. Citando a Einstein, repetía que no se puede cambiar nada si se sigue haciendo lo mismo. Por eso defendía “ensayar con prudencia otros caminos”.

“Estamos perdiendo la guerra con la droga”, advirtió desde 2012, llamando a ver el problema como una cuestión de salud pública y no solo de seguridad.

Un legado que trasciende fronteras

Mujica no solo dejó un legado político en Uruguay, sino también una reflexión crítica y valiente sobre los desafíos estructurales de América Latina. En el caso mexicano, su mirada fue clara: el narcotráfico no es un problema aislado, y la estrategia de guerra ha fracasado.

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