¿Qué es BlackRock? La empresa detrás de la gentrificación en CDMX
La verdad incómoda sobre BlackRock en México: inversiones que expulsan a quienes no pueden pagar

La gentrificación en la Ciudad de México (CDMX) ha dejado de ser un fenómeno aislado. El pasado 4 de julio, una marcha vecinal en colonias como Roma, Condesa, Juárez, Doctores y Obrera destapó nuevamente la indignación por el desplazamiento de residentes locales. Aunque el foco mediático suele recaer en los extranjeros —especialmente estadounidenses—, hay un actor más poderoso y silencioso detrás del encarecimiento de la vivienda y la transformación urbana: BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo.
¿Qué es BlackRock y por qué está en el centro del problema?
Laurence D. Fink es el fundador, presidente y director ejecutivo de BlackRock, la cual administra activos por más de 9 billones de dólares a nivel global, y en México maneja cerca de 780 mil millones de pesos. No se trata de una simple gestora de fondos: es accionista principal de empresas estratégicas en sectores como vivienda, energía, salud, infraestructura y bienes raíces.
En la CDMX, BlackRock participa directamente en el mercado inmobiliario a través de fideicomisos, fondos de inversión y alianzas con empresas desarrolladoras. Aunque en apariencia impulsa el crecimiento económico, su lógica es clara: maximizar rendimientos, sin importar los efectos sociales.
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— BlackRock México (@BlackRockMX) August 22, 2023
Así opera el modelo: inversión, especulación y desplazamiento
La fórmula se repite en ciudad tras ciudad:
Inversiones masivas en zonas populares o históricamente accesibles como Santa María la Ribera o Tacubaya.
Remodelación y encarecimiento: el valor de las rentas puede subir hasta un 94% en cuestión de meses.
Desplazamiento forzado: las familias que no pueden pagar, se ven obligadas a irse a la periferia.
Transformación cultural: cafeterías, boutiques y espacios "cool" sustituyen mercados, tianguis y oficios tradicionales.
BlackRock no invierte por filantropía. Su presencia convierte barrios con historia y tejido comunitario en activos financieros rentables, despojando a las comunidades de sus espacios vitales.
¿Qué tan grande es el poder de BlackRock en México?
Pocos lo saben, pero BlackRock es uno de los principales accionistas en empresas como América Móvil (Carlos Slim), FEMSA, Walmart de México, Grupo Aeroportuario del Pacífico y Bacanora Lithium. También ha sido asesor del gobierno mexicano en temas financieros y participa en proyectos de infraestructura pública, como el Tren Maya.
Además, su portafolio incluye gigantes globales como Apple, McDonald’s, Nestlé, Shell, JP Morgan, Exxon Mobil y hasta fabricantes de armas como Vista Outdoor. Se trata de una red de influencia transnacional, que muchas veces escapa del escrutinio público.

¿Por qué es una amenaza para el derecho a la vivienda?
BlackRock representa el capital sin rostro. Sus decisiones no se someten a votación, pero afectan directamente a millones. En contextos como la CDMX u Oaxaca, donde el suelo tiene un valor cultural, espiritual y comunal, su entrada al mercado inmobiliario significa:
Reemplazo de vivienda social por desarrollos de lujo.
Encierro del campo o la vivienda en esquemas turísticos o de renta corta.
Desplazamiento de comerciantes y productores locales.
Incrementos insostenibles en el costo de vida.
Todo eso sin entender el contexto local, sin rendir cuentas y sin dejar opción a los habitantes originales.

Gentrificación: más allá de lo estético
La gentrificación es un fenómeno socioeconómico donde barrios populares son transformados por inversiones que atraen a residentes con mayor poder adquisitivo. El problema no es la mejora urbana, sino el desplazamiento sistemático de quienes han habitado esos espacios durante generaciones.
La ONU-Hábitat ha advertido que estos procesos pueden convertir a los antiguos habitantes en nuevos viajeros urbanos, obligados a vivir lejos de sus trabajos por no poder pagar la renta. En la CDMX, se estima que más de 20 mil hogares de bajos ingresos son expulsados anualmente hacia la periferia.
La crisis de la vivienda en cifras
Según Propiedades.com y Homie.mx, en el primer trimestre de 2025:
Las rentas subieron 6% en promedio en la CDMX.
Colonias como Granada (Miguel Hidalgo), Hipódromo (Cuauhtémoc) y Florida (Álvaro Obregón) tienen rentas que superan los 50,000 pesos mensuales.
El precio promedio de venta de vivienda en la capital alcanza 3.8 millones de pesos.
Mientras tanto, 9 de cada 10 personas sin vivienda tampoco tienen acceso a crédito bancario, y 8 de cada 10 no pueden pagar renta en la zona donde les gustaría vivir.

¿Qué está haciendo el gobierno?
La nueva administración de Clara Brugada ha planteado 200 mil acciones de vivienda para los próximos seis años. Entre las estrategias destacan:
Expropiación de inmuebles para vivienda social.
Regulación de plataformas de renta como Airbnb, limitando su operación a un 50% de noches por año.
Fomento de créditos y esquemas de renta accesible.
Sin embargo, el reto no es solo frenar el alza de precios, sino equilibrar la llegada de capital privado con políticas públicas que garanticen el derecho a la vivienda para todos.
¿Cómo frenar la gentrificación? Propuestas urgentes
El creador de contenido y analista Diego Ruzzarin ha planteado cinco medidas para contener este fenómeno:
Regular Airbnb y plataformas similares.
Control de rentas con topes anuales ligados a la inflación.
Fomento de vivienda estatal con precios por debajo del mercado.
Prohibir la compra masiva de propiedades por fondos extranjeros.
Limitar la operación de BlackRock en bienes raíces nacionales.
Estas propuestas no son simples, pero son un punto de partida para recuperar la ciudad para quienes la habitan desde siempre.
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