Sube a 8 la cifra de militares muertos por explosión de presunta narcomina en Michoacán
Reportan ocho militares muertos tras ataque con narcomina en los límites de Jalisco y Michoacán

Un convoy del Ejército Mexicano fue víctima de un ataque mortal este 27 de mayo mientras patrullaba una zona serrana entre los límites de Jalisco y Michoacán. Una mina terrestre, presuntamente colocada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), estalló al paso del vehículo militar, dejando un saldo de ocho soldados muertos.
El atentado ocurrió en las inmediaciones de Los Reyes de Salgado, Michoacán, una región que colinda con municipios michoacanos como Tepalcatepec y Cotija. De acuerdo con fuentes militares y comunales, los efectivos realizaban un operativo conjunto entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y la Fuerza Especial de Reacción e Intervención (FERI), con el objetivo de desmantelar un centro de operaciones del CJNG en la región.
Según reportes preliminares a El Universal, el convoy avanzaba en una brecha de terracería, cuando se activó un artefacto explosivo oculto en el camino. La explosión fue devastadora: seis elementos del Ejército murieron en el lugar y dos más resultaron gravemente heridos, por lo que fueron trasladados en helicóptero a un hospital de la región. Hasta el momento, su estado de salud se reporta como delicado.
Las víctimas del ataque
Entre los militares fallecidos han sido identificados el segundo subinspector Jovany Rosales Rosales y el subagente Jorge Alberto Cruz Velázquez, aunque las autoridades no han revelado oficialmente la identidad del resto de las víctimas. Se espera que en las próximas horas Sedena emita un comunicado con los nombres y el parte oficial del incidente.
Así fue el operativo militar
Desde el sábado previo al ataque, elementos del grupo militar “Murciélagos” habían sido desplegados en la zona para ubicar y neutralizar un campamento del CJNG. Según fuentes de seguridad citadas por El Universal, el grupo criminal mantenía en el sitio una ametralladora Minigun, un amplio arsenal y células armadas que operaban ataques contra comunidades y fuerzas del orden.
Tras la explosión, se movilizaron seis aviones tipo Texan y cuatro helicópteros para reforzar la presencia militar y evacuar a los heridos.

Zona estratégica en disputa
La región donde ocurrió el atentado es considerada clave en la disputa territorial entre el CJNG y otras células delictivas, como Cárteles Unidos, La Nueva Familia Michoacana y remanentes de Guerreros Unidos. En particular, las células de Luis Enrique Barragán Chávez, alias "El R5" o "Güicho el de Los Reyes", y de Alfonso Fernández Magallón, “Poncho La Quiringua”, se disputan el control del corredor entre Michoacán y Jalisco.
Este no es el primer atentado en la zona. En febrero de 2024, un convoy militar fue emboscado con minas terrestres en la localidad de Zipoco, en Santa María del Oro. En esa ocasión, un militar murió y tres más resultaron heridos. Las víctimas pertenecían al 17 Batallón de Infantería de la 21 Zona Militar con sede en Morelia.
Minas terrestres: el nuevo terror del narco
El uso de minas terrestres se ha convertido en una táctica recurrente del CJNG para frenar el avance de fuerzas de seguridad y dominar regiones estratégicas en Tierra Caliente, particularmente en municipios como Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Los Reyes, Coalcomán y Cotija.
Estas minas, muchas de ellas de fabricación casera, no solo han causado la muerte de militares, sino también de campesinos y trabajadores agrícolas. Su propósito es impedir el ingreso a zonas clave donde operan campamentos, laboratorios de drogas y rutas de trasiego. Además, generan terror y provocan el desplazamiento forzado de comunidades, facilitando el control territorial por parte del crimen organizado.
Aunque inicialmente rudimentarios, los artefactos explosivos del CJNG han mostrado una evolución significativa. En Jalisco, las autoridades han hallado dispositivos que superan la categoría de “artesanales”, lo que sugiere una creciente capacidad técnica del cártel.
En respuesta, el Ejército Mexicano ha intensificado las labores de detección y neutralización de explosivos. Solo en los primeros dos meses de 2025, las fuerzas castrenses aseguraron 1,255 artefactos explosivos, una cifra similar a la registrada en todo 2022. De ese total, el 33% se encontró en Michoacán.
Investigación en curso
Hasta el momento no se han reportado detenciones ni comunicados oficiales por parte de Sedena, los gobiernos de Michoacán y Jalisco o la Guardia Nacional. Las autoridades mantienen el despliegue en la zona y han activado un operativo especial para localizar a los responsables del atentado, detalló Milenio.
La Fiscalía General de la República (FGR) también ha iniciado una carpeta de investigación por el uso de artefactos explosivos contra personal militar. Se espera que en las próximas horas se brinde información más detallada sobre el lugar exacto de la explosión, la identidad de las víctimas y las acciones que seguirán en esta región donde el crimen organizado continúa imponiendo su ley con métodos de guerra.
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