La historia de Federico, el bebé de dos años víctima del avión de la Semar que se estrelló en Texas

Metzli Escalante 23 diciembre, 2025

Iba a salvar su vida en Texas: quién era Federico, el niño de 2 años que viajaba en el avión de la Semar que se estrelló en la bahía de Galveston, Texas

 ©Especial. - Avión de la Semar que se estrelló en Texas.

Federico Efraín Ramírez Cruz tenía apenas dos años. Su nombre encabeza el accidente del avión de la Secretaría de Marina (Semar) que se estrelló en la bahía de Galveston, Texas, durante una misión médica. El menor, originario de Campeche, era uno de los pacientes que viajaban para recibir atención especializada por quemaduras graves en el Hospital Shriners Children’s de Texas.

El accidente doméstico que cambió su vida

Todo comenzó en casa. Mientras jugaba, Federico cayó de manera accidental en una olla con agua hirviendo que sus padres habían bajado al piso para enfriarla. El resultado fue devastador: quemaduras por escaldadura en más del 40 por ciento de su superficie corporal. La gravedad de las lesiones hizo imposible que fuera atendido de manera integral en hospitales locales.

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La búsqueda desesperada de atención médica

Federico fue llevado primero a un hospital en Escárcega, Campeche. Sin embargo, ante la falta de capacidad para tratar quemaduras de ese nivel, sus padres solicitaron el alta voluntaria para trasladarlo al Hospital General Dr. Agustín O’Horán, en Mérida, Yucatán, el más grande del sistema público de salud en la península.

Ahí recibió atención básica y fue estabilizado. Fue entonces cuando se activó el apoyo de la Fundación Michou y Mau para Niños Quemados, una organización que desde hace años coordina traslados de emergencia a hospitales especializados en Estados Unidos.

Anne Vilchis, delegada de la fundación en Yucatán, confirmó que los padres del menor solicitaron ayuda para que Federico pudiera ser atendido en el Hospital Shriners Children’s de Galveston, reconocido internacionalmente por su atención integral a menores con quemaduras severas.

El vuelo humanitario de la Semar

Como parte de un convenio entre la Fundación Michou y Mau y autoridades estatales y federales, se organizó un traslado aéreo con apoyo de la Secretaría de Marina Armada de México. La aeronave asignada fue un Beech King Air 350, matrícula ANX-1209.

El avión había salido de la Ciudad de México poco después de las 08:00 horas y aterrizó en Mérida a las 10:18. Federico abordó la aeronave junto con un adulto acompañante, tras recibir el alta médica para su traslado. A las 13:00 horas, el avión despegó del Aeropuerto Internacional Manuel Crescencio Rejón con destino al Aeropuerto Internacional Galveston Scholes, en Texas.

Este tipo de puente aéreo ya había sido utilizado en varias ocasiones durante el año para trasladar a menores de Campeche y Yucatán con quemaduras graves, como ocurrió en septiembre de 2025 con Dante, un niño de siete años que sufrió lesiones tras un reto viral.

 ©Captura de pantalla. - Movilización de las autoridades.

El accidente en la bahía de Galveston

Poco antes de llegar a su destino, la aeronave sufrió un accidente durante su aproximación y se desplomó en las aguas de la bahía de Galveston, a una profundidad de entre cuatro y cinco pies. La Guardia Costera de Estados Unidos recibió el reporte alrededor de las 15:17 horas.

En el avión viajaban ocho personas: cuatro elementos de la Marina y cuatro civiles, entre ellos Federico, su acompañante y dos integrantes de la Fundación Michou y Mau.

La Secretaría de Marina confirmó horas después el saldo preliminar: cinco personas fallecidas, dos rescatadas con vida y una más no localizada, por lo que continuaron las labores de búsqueda y rescate en coordinación con autoridades estadounidenses.

La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que entre las víctimas mortales se encontraba un niño de dos años.

El rescate entre los restos

El accidente movilizó a equipos de buceo, unidades forenses, drones y patrullas marítimas. Sky Decker, un residente cercano, relató a CNN que se lanzó al agua antes de la llegada de los buzos para rescatar a una mujer que había quedado atrapada entre los restos del avión.

Según su testimonio, la mujer sobrevivía gracias a una pequeña bolsa de aire de apenas siete centímetros. Decker logró sacarla con vida y, posteriormente, regresó al lugar para recuperar el cuerpo de un hombre que ya había fallecido.

“Parecía imposible que alguien pudiera sobrevivir. El avión estaba casi completamente sumergido”, relató al medio.

Investigaciones en curso y condiciones climáticas

La causa del accidente continúa bajo investigación. Autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA) y de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) se encuentran en el lugar colaborando con la Guardia Costera y el Departamento de Seguridad de Texas.

Aunque aún no se confirma si el clima fue un factor determinante, testigos señalaron que la visibilidad era prácticamente nula debido a la niebla marina, una condición frecuente en la zona. El Servicio Meteorológico Nacional informó que alrededor de las 14:30 horas se registró un banco de niebla con visibilidad de apenas 800 metros, condiciones que podrían haberse intensificado minutos después.

La despedida

Horas más tarde, la Secretaría de Marina expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y confirmó que mantiene coordinación con el Consulado de México en Houston para los trámites correspondientes. La Fundación Michou y Mau también lamentó profundamente lo ocurrido y reiteró su compromiso de seguir brindando atención humana y digna a niños con quemaduras graves.

Federico fue una de las víctimas mortales del accidente. Su historia, marcada por un accidente doméstico y un intento desesperado por salvar su vida, quedó truncada en una misión humanitaria que terminó en tragedia.

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