Poza Rica en alerta sanitaria: olores fétidos y desechos tras las inundaciones ponen en riesgo la salud pública

Alejandra Jiménez 17 octubre, 2025

A una semana de las severas inundaciones, habitantes exigen maquinaria, vacunas y una respuesta más contundente del gobierno

 ©Cuartoscuro - Los restos orgánicos y los desechos acumulados tras las inundaciones han creado un entorno tóxico.

A una semana del paso de las inundaciones más intensas de los últimos años, Poza Rica, en el norte de Veracruz, continúa sumida en una crisis.
Las calles, antes cubiertas por el agua, ahora están tapizadas por barro, basura y desechos domésticos que desprenden olores nauseabundos.

Las labores de limpieza, encabezadas por voluntarios, damnificados y algunas brigadas de auxilio, han superado la capacidad humana. En los barrios más afectados, las familias trabajan día y noche para rescatar pertenencias entre el lodo, pero el ambiente se ha vuelto irrespirable.

“La situación sanitaria es delicada; ya empiezan a desprenderse olores incómodos para la población”.
Centli Pérez Varona Vecina y voluntaria

El riesgo de brotes infecciosos aumenta con el paso de los días. Las aguas estancadas y los desechos acumulados son terreno fértil para mosquitos, bacterias y virus gastrointestinales, alertan médicos locales.

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Riesgo de enfermedades se extiende en la zona

Según autoridades locales, en las colonias periféricas han comenzado a detectarse casos de infecciones cutáneas y respiratorias, además de un incremento en los reportes de fiebre, diarrea y conjuntivitis.

La Secretaría de Salud estatal ha enviado brigadas médicas para aplicar vacunas y distribuir cloro y gel antibacterial, pero la cobertura sigue siendo insuficiente.

“Todos esos desechos… eso es lo que pudiera poner en riesgo a todos los habitantes de la ciudad, incluso a los que no estamos tan cerca de los daños”, señaló Pérez Varona.

Los especialistas advierten que, sin una limpieza profunda y control sanitario, las consecuencias podrían extenderse más allá del corto plazo, afectando incluso los sistemas de agua potable y drenaje.

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“Necesitamos maquinaria, no solo manos”: el llamado de los habitantes

La magnitud del desastre ha sobrepasado la capacidad de los habitantes. Muchos trabajan sin guantes, mascarillas ni botas, removiendo escombros con herramientas improvisadas.

“Hace falta maquinaria para retirar todo ese desecho; ya no es posible hacerlo manualmente”, exigió Pérez Varona.

Vecinos de las colonias Manuel Ávila Camacho, Ignacio de la Llave y Flores Magón, entre las más golpeadas, aseguran que el apoyo gubernamental ha sido intermitente. Los camiones recolectores de basura no se dan abasto, y los cuerpos de auxilio enfrentan limitaciones logísticas para cubrir toda la ciudad.

A pesar de la solidaridad entre la población, el volumen de lodo y basura supera cualquier esfuerzo humano. En varias zonas, los montones de desechos han alcanzado más de un metro de altura, bloqueando calles e impidiendo el paso de vehículos de emergencia.

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Autoridades en alerta: temen brote epidémico si no se actúa pronto

Fuentes de Protección Civil y Salud confirmaron que el riesgo sanitario es “real y elevado”. La humedad, el calor y la descomposición aceleran la proliferación de microorganismos, y los niveles de contaminación en el aire comienzan a afectar a niños y adultos mayores.

“Estos compromisos que no son coercitivos, son compromisos de buena voluntad que nosotros aceptamos y las empresas proponen, creemos que van a derivar en una mucho mejor salud pública para los mexicanos”, dijo Eduardo Clark, subsecretario de Salud, al ser cuestionado sobre la coordinación en Poza Rica.

Mientras tanto, la Marina, Protección Civil y organizaciones civiles continúan distribuyendo víveres y productos de limpieza, aunque los recursos son limitados. En redes sociales, los habitantes han lanzado campañas bajo el lema #PozaRicaNoPuedeMás, pidiendo maquinaria pesada, brigadas médicas y desinfección urgente.

Poza Rica clama por una estrategia nacional

La tragedia ha dejado al descubierto la vulnerabilidad urbana y ambiental del municipio. Expertos en gestión de desastres advierten que Poza Rica carece de infraestructura suficiente para enfrentar fenómenos hidrometeorológicos de esta magnitud, y que la respuesta debe ir más allá del auxilio inmediato.

“No solo se trata de limpiar el lodo, sino de atender la contaminación y prevenir enfermedades. Es una emergencia sanitaria y ambiental”, señaló una fuente médica del Hospital Regional de Poza Rica.

Ante esta situación, habitantes y voluntarios piden que la respuesta federal se coordine con los gobiernos estatal y municipal, y que se actúe con urgencia antes de que la crisis sanitaria se transforme en una tragedia mayor.

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