Solicitudes de asilo en México alcanzan récord tras caída de cruces ilegales a EE.UU.
Más migrantes piden asilo en México ante el endurecimiento en la frontera con EE.UU. en la era Trump

El número de migrantes que cruzaron ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos en febrero cayó a su nivel más bajo en décadas, según datos internos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Las aprehensiones de migrantes que ingresaron sin autorización entre los puertos de entrada fueron aproximadamente 8,300 en febrero, una drástica reducción en comparación con las 29,100 registradas en enero y las 47,300 de diciembre de 2024. Esas cifras representan la caída más pronunciada desde el año fiscal 2000, cuando se empezó a recopilar este tipo de datos.
Expertos señalan que la disminución en los cruces responde a una combinación de políticas migratorias implementadas en ambos lados de la frontera. Sin embargo, el expresidente Donald Trump ha atribuido el fenómeno a las estrictas medidas que su administración ha impulsado desde su regreso a la Casa Blanca.
"La invasión de nuestro país ha terminado", escribió Trump en Truth Social el sábado 1 de marzo, celebrando la reducción en los cruces.
Colleen Putzel-Kavanaugh, analista del Instituto de Políticas Migratorias, explicó a Axios que la caída en los cruces ya se había observado desde finales de 2023, cuando el gobierno de Joe Biden endureció las restricciones de asilo y México incrementó sus operativos de control migratorio.

Bajo la administración de Biden, un decreto firmado en junio estableció restricciones al asilo durante períodos de alto flujo migratorio, lo que generó una fuerte disminución en la llegada irregular de migrantes. México, por su parte, intensificó sus esfuerzos para frenar los desplazamientos desde su territorio, un factor que Putzel-Kavanaugh calificó como "clave en la reducción de los cruces".
Con la llegada de Trump al poder en enero, su gobierno aceleró deportaciones utilizando aeronaves militares y eliminó la aplicación CBP One, que permitía a algunos migrantes obtener citas para solicitar asilo de manera legal. La suspensión de esta herramienta dejó a miles varados en México con citas canceladas.
"Las personas estaban esperando en México para obtener esas citas y ser procesadas legalmente, porque aún existía acceso a la protección humanitaria", explicó Putzel-Kavanaugh.
El impacto a largo plazo de estas medidas es incierto. Trump también registró una caída en los cruces ilegales al inicio de su primer mandato en 2017, pero enfrentó un repunte en 2019.
Además, persisten desafíos legales contra las políticas migratorias actuales, incluidas las iniciativas para acelerar deportaciones masivas. La relación con México también es un factor a seguir, ya que cualquier cambio en su estrategia migratoria podría alterar la tendencia actual.
"Las cifras fronterizas son volátiles y dependen de un entorno en constante cambio", advirtió Putzel-Kavanaugh.
Bajan cruces ilegales en EE.UU., y crecen solicitudes de asilo en México
Las solicitudes de asilo en México han alcanzado niveles sin precedentes en las últimas semanas, en medio de la estricta política migratoria implementada por la administración de Donald Trump en Estados Unidos. La cancelación del programa CBP One, que permitía a los migrantes solicitar citas en la frontera estadounidense, ha dejado a miles varados en territorio mexicano.
Aunque el gobierno de México no ha publicado cifras oficiales recientes, un funcionario con conocimiento de los datos reveló a Los Angeles Times que las solicitudes diarias han aumentado de tres a cuatro veces respecto a los niveles previos a la elección de Trump en noviembre, alcanzando hasta 1,000 nuevas peticiones por día.
México, que durante décadas ha sido un país de tránsito para migrantes rumbo a Estados Unidos, se ha convertido en una opción obligada para aquellos que han sido deportados o que no pueden continuar su viaje al norte. La situación ha sobrecargado al sistema de refugio del país, con albergues al límite de su capacidad y una Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) que enfrenta reducción de recursos.

"Nunca habíamos visto algo así", dijo al diario californiano Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, una organización que brinda asistencia legal a migrantes en México. "Hay mucha frustración y confusión".
El aumento de solicitudes se produce en un contexto de presión creciente sobre México. La administración Trump ha endurecido su postura contra la migración indocumentada, incluyendo una pausa de 90 días en la asistencia humanitaria de EE.UU. a la región. La suspensión de estos fondos ha obligado a muchas organizaciones que asisten a migrantes a despedir personal o suspender servicios.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reconocido que el país está recibiendo deportados no mexicanos y repatriando a algunos a sus lugares de origen. "Esto es lo que México ha hecho por años", dijo Josué Leal, quien dirige un albergue en Villahermosa, Tabasco. "Hemos estado haciendo el trabajo sucio de Estados Unidos".
El número de solicitudes de asilo en México se ha disparado en la última década, pasando de 1,295 en 2013 a un récord de 140,982 en 2023. Según Andrés Ramírez, exdirector de la COMAR, el país tiene la capacidad económica para absorber a estos migrantes, pero requiere un fortalecimiento institucional.
Sin embargo, la prioridad del gobierno parece estar en la vigilancia y deportación de migrantes en situación irregular. El presupuesto del Instituto Nacional de Migración (INM) recibió un incremento significativo en 2025, mientras que los recursos para COMAR siguen siendo limitados.
Como parte de los puntos con los que México buscó atajar los aranceles de Estados Unidos a sus importaciones, se enviaron 10,000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte. Además de incrementar las revisiones para prevenir el tráfico de fentanilo y otras sustancias ilícitas, los uniformados tienen la consigna de evitar el cruce de personas de forma ilegal.
Mientras tanto, los traficantes de personas, conocidos como coyotes, están capitalizando la incertidumbre. "Siguen diciendo a la gente que todavía hay esperanza", advirtió Ramírez. "Y eso podría aumentar los cruces irregulares hacia EE.UU.".
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