No es broma, inventor del alcoholímetro pierde su licencia por conducir en estado de ebriedad
El científico señaló que en esa ocasión había tomado "un par" de copitas de vino
Uno de los diseñadores de los alcoholímetros, el dispositivo utilizado por la policía para detectar si los automovilistas han bebido demasiado alcohol, perdió temporalmente su licencia por conducir en estado de ebriedad.
Richard Lacey, de 70 años, se declaró culpable de un solo cargo de conducir ebrio el mes pasado después de comparecer en el Tribunal de Magistrados de Llandrindod Wells.
Lacey tuvo que usar el dispositivo que ayudó a crear después de que la policía fuera llamada a la escena de una colisión de tráfico en la A479.
Richard Lacey, actualmente de 70 años de edad y residente en una pequeña ciudad del Reino Unido, fue llevado ante la corte de Llandrindod Wells, en el País de Gales, acusado de conducir en estado de ebriedad.
La conducta delictiva realizada por el científico e investigador habría ocurrido el pasado 23 de noviembre, cuando chocó con otro vehículo cerca de la localidad de Talgarth, en un incidente sin víctimas qué lamentar.
Según el reporte policial, Lacey terminó arriba de una glorieta en su automóvil, por lo que vecinos de la localidad llamaron a las autoridades al notar que el científico se veía mareado y con dificultad para caminar.
Malos cálculos
En su declaración oficial ante la corte, el científico señaló que en esa ocasión había tomado un par de copitas de vino y, quizá, dos o tres pintas de cerveza antes del desayuno, por lo que sí tenía algo de alcohol en la sangre.
“El inculpado dijo que había bebido un par de pintas de cerveza y una botella de vino. Además, falló el test de alcoholemia que se le practicó en el lugar y fue arrestado”, señaló el fiscal Shane Maddocks, a cargo del caso.
En consecuencia, Lacey tendrá que pagar una multa de 925 libras esterlinas, más de 23 mil pesos mexicanos, además de que quedará sin licencia para conducir durante un plazo de 13 meses, el cual podrá reducir en 13 semanas si atiende a un curso sobre los riesgos de conducir bajo el influjo del alcohol.
“En realidad no tengo nada qué declarar. Fallé al calcular cuánto había bebido, tomé un par de copas de vino con el almuerzo y algunas pintas de cerveza, pero estoy retirado. Yo diseñé los alcoholímetros y solía trabajar con la Policía”, señaló Lacey ante la corte.
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