Así es por dentro Alligator Alcatraz, la cárcel migrante rodeada por caimanes en Florida: FOTOS

Redacción 1 julio, 2025

El presidente Trump visitó este martes la prisión que está rodeada por pantanos y fauna salvaje

 ©Especial - Trump celebró que el lugar tenga caimanes cerca.

Ubicado en Ochopee, Florida y rodeado de pantanos, humedad, mosquitos y caimanes, el nuevo centro de detención para migrantes conocido como Alligator Alcatraz fue visitado este martes por el presidente estadounidense Donald Trump, quien no perdió la oportunidad de hacer bromas sobre los peligros naturales que rodean al recinto.

El complejo, instalado sobre las ruinas de un aeropuerto abandonado en los Everglades, a unos 70 kilómetros al oeste de Miami, comenzará operaciones este miércoles. Allí se espera albergar hasta 5 mil personas migrantes en condiciones de aislamiento total.

La cárcel Alligator Alcatraz, rodeada por animales salvajes

Lo rodean manglares, serpientes y caimanes, que, según las propias autoridades, servirán como “guardias naturales” para evitar fugas y reducir costos de seguridad.

“Tenemos muchos caimanes, muchos guardias que no cobran sueldo”, dijo Trump entre risas, acompañado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. El mandatario incluso bromeó, desde la Casa Blanca horas antes del viaje, con enseñar a los migrantes a “correr en zig zag” para evitar los ataques de los reptiles.

Adaptada a cárcel en tan sólo una semana

A su llegada, Trump recorrió junto a DeSantis las instalaciones improvisadas del centro, construidas en apenas ocho días, según el gobierno estatal en lo que era un intento de aeropuerto, pero fue abandonado. El lugar cuenta con enormes carpas blancas, similares a las usadas en hospitales de campaña, donde los migrantes detenidos por ICE serán procesados de forma acelerada por jueces de inmigración que operarán directamente desde el recinto.

La idea, impulsada por el fiscal estatal James Uthmeier, es convertir esta zona remota en una especie de centro exprés de deportaciones, operando bajo un modelo de contención masiva sin acceso abierto a defensores legales o atención comunitaria.

Trump celebró la rapidez de la obra y la puso como ejemplo a seguir para otros estados. Incluso lanzó un mensaje sarcástico al gobernador de California, Gavin Newsom: “Que venga a aprender algo. A ellos les costaría cien veces más”, ironizó.

Una cárcel improvisada con caimanes por custodios

Más allá del humor del presidente, la instalación refleja el endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos. Aunque Florida es uno de los estados con más migrantes en el país, también se ha convertido en un laboratorio de políticas restrictivas bajo el mando republicano.

Mientras Alligator Alcatraz se prepara para recibir a sus primeros detenidos, lo hace entre charcos, carpas improvisadas y la sombra de los reptiles que habitan la zona: los nuevos centinelas del muro invisible. Un proyecto que, según Trump, es “eficiente y barato”, pero que para organizaciones civiles representa uno de los símbolos más crudos de su visión migratoria.

Protestas afuera del pantano

Mientras Trump recorría la zona, manifestantes indígenas y ambientalistas se congregaron en las inmediaciones del centro para denunciar lo que consideran un atropello legal y ecológico. “No se hizo ningún estudio ambiental. Están violando nuestros derechos y los de esta tierra”, denunció Faith Ward, una de las voceras de la protesta.

Además del impacto sobre el frágil ecosistema de los Everglades, las organizaciones expresaron su preocupación por las posibles violaciones a los derechos humanos que podrían ocurrir en un centro construido a toda prisa, sin supervisión civil ni mecanismos de transparencia.