Así fue el abuso que sufrió Michelle Wilson durante vuelo de parasailing en Túnez
“Sentí cómo bajó la parte trasera de mi bikini": Lo que debía ser diversión familiar se convirtió en una pesadilla aérea

Lo que debía ser una jornada de diversión familiar se convirtió en una pesadilla aérea para Michelle Wilson, una madre británica de 52 años, quien denunció haber sido víctima de abuso sexual mientras realizaba una actividad de parasailing en la playa de Sousse, Túnez.
Wilson, quien viajó al país africano con sus tres hijos y una amiga de su hija, había contratado un paquete vacacional con EasyJet Holidays por cerca de seis mil libras esterlinas (aproximadamente 150 mil pesos mexicanos). El plan incluía experiencias acuáticas para su hija de 17 años, sus hijos gemelos de 16, y la amiga. Sin embargo, lo que prometía ser una experiencia inolvidable terminó marcada por el terror.
El vuelo que cambió todo
Por condiciones climáticas adversas —particularmente fuertes ráfagas de viento—, las mujeres fueron separadas y volaron individualmente, cada una acompañada por un operador distinto. Fue durante este vuelo, sola con un joven instructor de aproximadamente 20 años, cuando Wilson vivió el momento más angustiante de sus vacaciones.
“El arnés estaba demasiado ajustado. Él usó esa cercanía para aprovecharse”, relató Wilson entre lágrimas al diario británico The Sun. “Sentí cómo bajó la parte trasera de mi bikini, mientras me tocaba la pierna y presionaba su cuerpo contra el mío. Me hablaba en árabe mientras se movía hacia adelante y hacia atrás. Me sentí violada, sucia y aterrorizada”.
La mujer describió cómo el agresor la inmovilizó con las piernas mientras sostenía con una mano el paracaídas y con la otra su muslo. “No podía moverme, estaba suspendida en el aire. Sentía que no tenía escapatoria”, confesó.

Gritos, denuncia y detención
Aterrada, Michelle gritó pidiendo ayuda tan pronto como aterrizó. Su desesperación fue escuchada por otros turistas en la playa, quienes corrieron a auxiliarla. El presunto agresor fue detenido en el lugar por las autoridades locales, luego de que la víctima presentara una denuncia formal.
De acuerdo con Wilson, las autoridades tunecinas abrieron una investigación y ya habrían arrestado al joven operador. También informó que tanto EasyJet, como su compañía de seguros y el gobierno británico están colaborando con las pesquisas.
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🔴 Turista británica denuncia haber sido agredida sexualmente en pleno vuelo de paravelismo en Túnez
— Guillermo Ortega Ruiz (@GOrtegaRuiz) August 7, 2025
Michelle Wilson, de 52 años, relató que el instructor la manoseó y se frotó contra ella mientras estaban en el aire. “Me sentí violada, sucia y asustada”. pic.twitter.com/XFf4EczoeN
“Esto no fue coqueteo, fue una agresión”
Michelle enfatizó que lo ocurrido no debe minimizarse ni justificarse culturalmente. “Como mujeres, sabemos que en algunos destinos puede haber cierto ‘coqueteo’, pero esto no fue eso. Fue una agresión sexual y debe tratarse como tal”.
El caso ha despertado una ola de indignación, no solo por la violencia de género implicada, sino por la vulnerabilidad de turistas —especialmente mujeres— en actividades recreativas que carecen de protocolos estrictos de seguridad y supervisión.
Consecuencias emocionales y llamado a la acción
Wilson asegura que su familia quedó profundamente afectada por lo ocurrido. Su hija y sus hijos presenciaron el aterrizaje en lágrimas, sin entender al principio lo que había pasado. “Solo quiero justicia y que ninguna otra mujer pase por esto. Subí a ese paracaídas para divertirme, nunca imaginé que viviría una pesadilla allá arriba”, declaró.
La experiencia ha encendido las alarmas sobre la necesidad de revisar con urgencia las condiciones en las que operan este tipo de servicios turísticos. No es suficiente garantizar la diversión; se debe garantizar la seguridad física y emocional de quienes participan, especialmente si se trata de mujeres en contextos de riesgo.
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