México espera que nuevo Papa dé continuidad a la línea reformista: Alberto Barranco
El embajador destacó que existe una relación de respeto mutuo entre el Vaticano y México
En entrevista exclusiva para Informativo NTR, Alberto Barranco Chavarría, embajador de México ante la Santa Sede, reconoció que el cónclave en curso se desarrolla en un ambiente de tensión, dado que no sólo se trata de un evento central para la comunidad católica, sino también de la elección de un jefe de Estado y líder espiritual con influencia global.
“El ambiente que se vive es de alta expectativa. No es una elección cualquiera: se trata de un líder religioso, pero también de un jefe de Estado con un enorme peso moral y político”, afirmó el diplomático mexicano.
Vaticano mantiene una relación de respeto con México
Barranco destacó que existe una relación de respeto mutuo entre el Vaticano y México, sustentada en el conocimiento claro del marco legal mexicano y en el interés de la Santa Sede por los grandes retos que enfrenta el país.
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“El Vaticano entiende bien el estatus de las leyes mexicanas. Hay un marco de respeto y un genuino interés por los problemas de México: la pobreza, la migración y los asuntos espirituales. La Virgen de Guadalupe sigue siendo un símbolo poderoso y un referente común”, subrayó.
México, observador respetuoso del cónclave
Respecto a la postura del gobierno mexicano ante la elección del nuevo pontífice, el embajador aseguró que México mantiene una actitud de respeto absoluto, como lo hizo durante los cónclaves que eligieron a Benedicto XVI y al papa Francisco.
“Son 133 cardenales quienes tienen la responsabilidad de elegir. México es un observador respetuoso de este proceso. Lo que sí deseamos es que el nuevo Papa mantenga la presión sobre temas que quedaron abiertos con Francisco”, explicó.
Espera México continuidad en temas sociales y ambientales
Barranco expresó que el deseo de México es que el próximo pontífice tenga una sensibilidad similar a la de su predecesor, con un fuerte compromiso social y ambiental.
“Lo ideal sería que se eligiera un Papa con empatía hacia los pobres, con sensibilidad ante los problemas migratorios, y con una postura firme en el cuidado del planeta. No se busca una réplica de Francisco, pero sí alguien que dé continuidad a su línea reformista, con apertura y compromiso”, concluyó.
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