Ataque en Querétaro: la brutal disputa entre CJNG y Santa Rosa de Lima
Ambas organizaciones buscan el control del territorio en la región del Bajío, una zona estratégica para actividades de narcotráfico y robo de combustible
La masacre ocurrida el 9 de noviembre en el bar "Los Cantaritos" en Querétaro, donde murieron diez personas y trece resultaron heridas, apunta a una brutal disputa entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima, dos de las organizaciones criminales más peligrosas y violentas de México. Las autoridades han señalado que el principal objetivo del ataque fue Fernando González Núñez, conocido como ‘La Flaca’, presunto operador del CJNG en la región, cuyo perfil delictivo y exposición en redes sociales pudo haberlo convertido en blanco de sus rivales.
¿Quién era ‘La Flaca’ y por qué fue el objetivo principal?
Fernando González Núñez, alias ‘La Flaca’, era identificado como un operador clave del CJNG en Querétaro, involucrado en actividades ilícitas como el “huachicoleo” (robo de combustible) y el reclutamiento de sicarios. Con apenas 31 años, ‘La Flaca’ utilizaba sus redes sociales para presumir de armas y autos de lujo, una práctica común entre miembros de cárteles que, en su caso, pudo facilitar que sus agresores lo rastrearan.
Jesús Alberto Arteaga Montenegro, alias ‘El Chuyón’, acompañaba a ‘La Flaca’ esa noche en “Los Cantaritos”. Con un historial de publicaciones similares en redes, también mostraba armas y vehículos de lujo. Se presume que fue ‘El Chuyón’ quien convocó a sus conocidos al bar esa noche, lo que resultó en una trágica emboscada por parte de sicarios. A través de sus publicaciones en Instagram y Threads, ambos sujetos proporcionaron pistas que habrían permitido a sus rivales ubicarlos con precisión.
El CJNG y Santa Rosa de Lima: la disputa que desató la tragedia
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que la masacre en Querétaro responde a un enfrentamiento entre el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima. Ambas organizaciones han sostenido violentas disputas por el control del territorio en la región del Bajío, una zona estratégica para actividades de narcotráfico y robo de combustible.
El Cártel de Santa Rosa de Lima, con base en Guanajuato, ha luchado durante años para mantener el dominio territorial, pero el CJNG ha incrementado su presencia en el área, creando una lucha de poder que se ha intensificado en municipios cercanos a Querétaro. Esta disputa culminó en la violencia desatada en “Los Cantaritos”, dejando víctimas entre los implicados en el crimen organizado y civiles inocentes.
Un ataque coordinado en busca de 'La Flaca'
Según testigos y autoridades, el ataque se ejecutó con precisión. Alrededor de las 21:30 horas, una camioneta se estacionó frente al bar. De ella descendieron al menos tres hombres armados que abrieron fuego contra todos los asistentes, mientras otro esperaba en el vehículo. Esta operación, que dejó sin vida a González Núñez y Arteaga Montenegro, refleja un ataque minuciosamente planeado y dirigido a objetivos específicos, evidenciando la brutalidad y organización detrás de la violencia entre estos cárteles.
Reacciones y la respuesta de las autoridades
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, anunció una movilización inmediata de las fuerzas de seguridad en colaboración con el gobierno federal y el secretario García Harfuch para dar con los responsables del ataque. Además, se implementarán retenes y operativos de inspección en bares y locales de la ciudad, con el objetivo de evitar que sucesos similares ocurran nuevamente.
La brutal expansión del crimen organizado en Querétaro
Querétaro, que hasta hace poco tiempo era considerado un estado relativamente seguro, ha comenzado a experimentar la violencia que caracteriza a regiones vecinas como Guanajuato. El poder y la disputa territorial de los cárteles en esta zona ha roto la tranquilidad de una ciudad que ahora enfrenta una nueva y preocupante realidad.
Este caso refleja no solo el poder de los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima en México, sino también los peligros de la exposición en redes sociales para quienes forman parte de organizaciones criminales. La violenta emboscada en “Los Cantaritos” muestra cómo estos grupos operan en busca de control y represalias, dejando a su paso un rastro de tragedia y dolor.