Cena familiar, misa y un ataque directo: la ruta final de “El Panu” antes de su asesinato en Zona Rosa
Las últimas horas de “El Panu”: así se movía el presunto jefe de seguridad de "Los Chapitos" antes de ser asesinado en restaurante
La noche del 21 de diciembre de 2025, un ataque directo en un restaurante de la Zona Rosa, en la Ciudad de México (CDMX), marcó un nuevo golpe para "Los Chapitos", la facción del Cártel de Sinaloa encabezada por Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La víctima fue Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, identificado como su presunto jefe de seguridad y uno de los operadores más cercanos al círculo de confianza del grupo criminal.
El asesinato ocurrió en medio de la mayor crisis interna que ha enfrentado esta organización desde que heredó parte del control del cártel. En menos de dos años, su estructura de protección ha sido desmantelada por capturas, traiciones y ejecuciones.
Antes de “El Panu”, habían caído figuras clave como Néstor Isidro Pérez Salas (“El Nini”), Fernando Pérez Medina (“El Piyi”), Juan Luis Castro Morales (“El Gavilán”), Kevin Alonso Gil Acosta (“El 200”), Luis Alfonso López Reátiga (“El Toner”) y Jorge Humberto Figueroa Benítez (“La Perris” o “El 27”).
Un viaje sin aparente preocupación
A pesar de ser un objetivo prioritario para Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de cuatro millones de dólares por información que condujera a su captura, Medina González se movía con aparente tranquilidad por la capital del país.
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De acuerdo con información revelada por el periodista Carlos Jiménez, “El Panu” llegó a la CDMX dos días antes del ataque, procedente de Mazatlán, Sinaloa. Rentó dos departamentos tipo Airbnb: uno para él y su familia, y otro para su madre, Guadalupe González, quien reside en Durango. El objetivo, según su entorno, era pasar las fiestas decembrinas juntos.
Durante el domingo previo al asesinato, Óscar Noé Medina llevó a su madre a misa y más tarde acudió a cenar al restaurante Luaú, ubicado en la calle Niza, en la colonia Juárez. En la mesa lo acompañaban su esposa, sus dos hijos menores, las cuidadoras de los niños, su madre y un primo.
No era la primera vez que se le veía en zonas exclusivas. Meses antes, el periodista Antonio Nieto había reportado que fue detectado realizando compras en el Palacio de Hierro de Polanco, acompañado de su pareja, sin escoltas visibles.
El ataque: 12 disparos en segundos
La cena familiar transcurría con normalidad hasta alrededor de las 21:00 horas, cuando dos sujetos ingresaron al restaurante. Uno de ellos, descrito como robusto, con gorra hacia atrás y cubrebocas, se dirigió directamente a la mesa de Medina González.
Sin mediar palabra, abrió fuego al menos 12 veces. Los disparos impactaron en la cara, la nuca, la espalda, el pecho y los brazos. El agresor se retiró caminando hacia Paseo de la Reforma, abordó una motocicleta y huyó junto con un cómplice. Cámaras de seguridad captaron tanto la llegada como la huida, imágenes que hoy son clave para las investigaciones.
En el lugar fueron hallados casquillos percutidos calibre 9 mm, así como un cargador. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) abrieron una carpeta de investigación por homicidio doloso por arma de fuego.
Confusión y ocultamiento de identidad
Las primeras horas tras el ataque estuvieron marcadas por la confusión. María José "N", esposa del occiso, declaró ante las autoridades que la persona asesinada se llamaba “Óscar Ruiz”, supuesto empresario hotelero originario de Mazatlán. Incluso afirmó desconocer sus negocios.
Según versiones periodísticas, antes de la llegada de los peritos, ella retiró pertenencias personales del cuerpo, lo que retrasó la identificación oficial. No se encontraron documentos ni credenciales en la escena.
Fue finalmente la madre del fallecido, Guadalupe González, quien confirmó ante el Ministerio Público que se trataba de Óscar Noé Medina González. Aseguró desconocer cualquier vínculo de su hijo con el crimen organizado y afirmó que se dedicaba a la crianza de animales en Durango.
Un operador clave para "Los Chapitos"
Para las autoridades mexicanas y estadounidenses, “El Panu” no era un personaje menor. Era considerado la mano derecha de Iván Archivaldo Guzmán, responsable de coordinar seguridad, logística y grupos armados que protegían rutas estratégicas, especialmente del tráfico de fentanilo.
El Departamento de Estado de Estados Unidos lo señalaba como pieza clave en el trasiego de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana, así como en operaciones de lavado de dinero. También se le vinculaba con el “Culiacanazo” de 2019, el secuestro y tortura de agentes federales en Navolato en 2017, y ataques armados simultáneos en Ciudad Juárez en 2022.
Su nombre figuraba en la lista negra de la OFAC y era mencionado en narcocorridos, reflejo de su peso dentro de la organización. Tras la captura de "El Nini" en noviembre de 2023, “El Panu” asumió el control total de la seguridad de "Los Chapitos".
Hoy, su asesinato en plena Zona Rosa confirma que la guerra interna y externa contra esta facción del Cártel de Sinaloa ha llegado hasta el corazón de la Ciudad de México.
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