Cuadernos con apuntes de reclutas en Rancho Izaguirre revelan la enseñanza criminal |FOTOS

Metzli Escalante 14 marzo, 2025

"Solicito autorización para realizar el desarme parcial de mi AR-15": Las notas impactantes del entrenamiento hecho por el CJNG

 ©Cuartoscuro y AFP. - Apunte de un recluta en Rancho Izaguirre.

El Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, ha sido identificado como un campo de adiestramiento y exterminio operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco descubrió el sitio el pasado 5 de marzo, tras recibir una denuncia anónima sobre la presencia de restos humanos en la zona.

Entre los objetos encontrados destacan libretas escolares, cartas de despedida, mochilas, fotografías, cientos de pares de zapatos y listas con apodos. Estos hallazgos confirman la existencia de un sistema de reclutamiento forzado, donde los jóvenes captados eran sometidos a un adiestramiento militar y psicológico.

Cuaderno con instrucciones para desarmar un AR-15

Uno de los hallazgos más reveladores fue un cuaderno manuscrito con instrucciones detalladas sobre el desarme de un fusil AR-15, arma de uso común en operaciones militares y criminales.

El documento inicia con la frase:

“Solicito autorización para realizar el desarme parcial de mi AR-15”, seguida por un listado técnico de sus componentes, entre ellos:

  • Placa o cargador

  • Resorte recuperador

  • Palanca de maniobras

  • Cerrojo o carro corredero

  • Culata retráctil

  • Selector de cadencia

Estos apuntes, escritos con lenguaje formal y técnico, evidencian que los reclutas recibían formación teórica en el manejo de armas, como parte de su adiestramiento sistemático dentro del rancho. El colectivo Guerreros Buscadores confirmó que estos cuadernos eran utilizados como material didáctico.

 ©AFP. - Cuaderno con apunte.

El testimonio de un exrecluta: control psicológico extremo

El testimonio de Luis “N”, exrecluta que logró escapar, revela detalles del control absoluto al que eran sometidos. En una entrevista con el youtuber Gusgri, contó que los reclutas debían pedir autorización para cualquier acción, incluso para beber agua, ir al baño o recoger una escoba.

“Teníamos que pedir autorización para todo”, relató Luis. Este sistema buscaba anular la voluntad de los reclutas, generando una dependencia total del grupo criminal.

“La escuelita del terror”: adiestramiento y castigos

Según testimonios recabados, el Rancho Izaguirre funcionaba como un centro de reclutamiento forzado. Jóvenes de distintos estados eran engañados con ofertas falsas de empleo en redes sociales y trasladados al rancho desde la central de autobuses de Guadalajara.

Al llegar:

  1. Les quitaban sus pertenencias y les asignaban un apodo, eliminando su identidad real.

  2. Dormían hacinados en un galpón cubierto con láminas, sobre lonas en el suelo.

  3. Iniciaban entrenamientos físicos extremos, con ejercicios de llantas, combate bajo alambres de púas y recorridos por un laberinto que debían memorizar.

 ©AFP. - Apodos.

Los sobrevivientes llamaban a esta primera fase “el kinder”. Tras superarla, algunos eran enviados a otras regiones del país para combatir en primera línea.

Posteriormente, los más avanzados eran trasladados a un segundo nivel de entrenamiento, conocido como “la escuelita del terror”. En este lugar, el adiestramiento se volvía aún más extremo:

  • Se utilizaban proyectiles congelados capaces de perforar la piel.

  • Los instructores, descritos como exmilitares mexicanos y colombianos, impartían lecciones en un ambiente de violencia extrema.

  • Algunos instructores llegaban en estado de ebriedad y castigaban con crueldad a los reclutas.

Según los testimonios, quienes cometían errores eran ejecutados en el lugar. “Si alguien cometía un error, lo mataban ahí mismo. No había margen”, declaró Índira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, en diversas entrevistas con medios nacionales.

Hallazgos clave: listas de apodos y objetos personales

En el rancho también se encontraron listas escritas a mano con apodos, una táctica utilizada para despersonalizar a los reclutas y reforzar su sometimiento. En una de las libretas halladas aparecen nombres con un “100” palomeado, lo que sugiere un sistema de evaluación de desempeño.

 ©AFP. - Nombres con un 100 palomeado.

Además, se hallaron:

  • Mochilas de diversas marcas, incluyendo una de repartidor.

  • Prendas de ropa quemadas.

  • Maletas y zapatos.

  • Cartas de despedida.

Estos objetos podrían pertenecer a personas desaparecidas o fallecidas, lo que refuerza la teoría de que el rancho no solo era un centro de entrenamiento, sino también un campo de exterminio.

Un centro de adoctrinamiento criminal

El hallazgo del Rancho Izaguirre confirma la existencia de un sistema de reclutamiento forzado dirigido por el CJNG.

Los documentos encontrados, los testimonios de sobrevivientes y los objetos personales recuperados evidencian que el predio operaba como un campo de entrenamiento y ejecución, donde los reclutas eran sometidos a un control psicológico extremo y un adiestramiento brutal.

Este caso expone la crueldad de las tácticas de reclutamiento de los cárteles y la urgencia de acciones contundentes para erradicar estos centros de adoctrinamiento criminal en México.

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