Denuncia del tío y dos años de investigación: así atraparon a los marinos huachicoleros
La FGR asegura que Rafael Ojeda, exsecretario de la Marina y tío del vicealmirante detenido, fue quien denunció la red criminal

El operativo que culminó con la detención de 14 personas vinculadas al robo de combustible en México no es un caso aislado: se trata de la desarticulación de una red criminal que, desde 2019, operaba a gran escala y con ramificaciones dentro del propio aparato del Estado. Entre los capturados hay empresarios, exfuncionarios de aduanas y marinos en activo y en retiro, quienes aprovecharon su posición y conexiones para traficar millones de litros de hidrocarburos hacia el mercado negro.
El vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina José Rafael Ojeda Durán, encabeza la lista de detenidos. El marino, condecorado por su trayectoria naval y que llegó a perfilarse como posible titular de la Semar, fue arrestado por su implicación directa en esta estructura. Su captura destapó un escándalo de dimensiones inéditas en las Fuerzas Armadas.
El origen: el barco que levantó sospechas
La trama se hizo pública tras la revisión del buque Challenge Procyon, que arribó en marzo pasado al puerto de Tampico, Tamaulipas. La embarcación había declarado transportar aditivos para aceites lubricantes desde Beaumont, Texas. Sin embargo, una inspección por inconsistencias fiscales reveló que en realidad llevaba diez millones de litros de diésel.
El hallazgo detonó una investigación mayor: en Altamira, las autoridades aseguraron 192 contenedores, 32 vehículos y más de 10 millones de litros de hidrocarburos. Fue el decomiso más grande registrado en la historia reciente contra el huachicol.
En junio, once personas fueron detenidas en Saltillo, Coahuila, vinculadas a este cargamento. Ahora, con los arrestos de septiembre, la red completa comienza a ser desmantelada.
La investigación reveló que los detenidos no eran simples operadores, sino figuras con poder y conexiones:
Manuel Roberto Farías Laguna, vicealmirante, pieza clave de la estructura y con acceso a información privilegiada.
Francisco Javier Antonio Martínez, exdirector de Administración y Finanzas de la ASIPONA en Tampico, acusado de facilitar importaciones ilegales y con un estilo de vida lujoso, reflejado en una colección de 18 autos clásicos.
Anuar González Hemadi, exjuez destituido por corrupción, señalado como operador jurídico del esquema.
Empresarios con nexos en Nuevo León y Veracruz que servían como fachada para mover combustible a gran escala.
En total, fueron capturados 3 empresarios, 5 marinos en activo, 1 marino retirado y 5 exfuncionarios de aduanas, todos con roles definidos en la red.

La denuncia desde dentro: así empezó el cerco
El fiscal general Alejandro Gertz Manero reveló que el caso comenzó a armarse cuando el propio exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, acudió a la FGR a exponer irregularidades dentro de la dependencia.
“Desde hace dos años denunció; a partir de ese momento le pedimos que nos ayudara con denuncias y pruebas (…) se empezó a hacer un trabajo muy profundo con apoyo de la UIF y el SAT”, explicó Gertz.
La información permitió conectar operaciones detectadas en Baja California y Tamaulipas, donde se lograron los mayores decomisos de huachicol registrados en el país. Con apoyo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y las Fuerzas Armadas, se logró documentar cómo funcionarios y empresarios estaban detrás del contrabando.
Una red con impacto millonario
El robo de combustible, conocido como huachicol, representa cada año pérdidas por miles de millones de pesos. En este caso, la magnitud fue mayúscula: los implicados controlaban un buque completo de hidrocarburos y mantenían una estructura empresarial para ocultar ganancias, con ramificaciones en varios estados.
El arresto de los llamados “marinos huachicoleros” evidencia cómo un delito común en zonas rurales evolucionó hacia un entramado criminal sofisticado, incrustado en instituciones estratégicas como la Marina y las aduanas.
La investigación sigue abierta. Se teme que más personas vinculadas estén prófugas, por lo que las autoridades prevén más capturas en los próximos meses. Lo que ya quedó al descubierto es que el huachicol no solo se alimentaba de ductos perforados, sino de redes de corrupción incrustadas en el propio Estado mexicano.