Estudiantes presentan el "Fobiatómetro", para visibilizar la violencia contra comunidad LGBTQ+

Estudiantes de la Universidad Iberoamericana dieron a conocer una herramienta educativa que busca ponerle nombre y rostro a un fenómeno cotidiano, pero a menudo invisibilizado: la violencia contra personas LGBTQ+ dentro de los espacios educativos.

Este instrumento, conocido como el “Fobiatómetro”, fue creado por el colectivo estudiantil Plural con el respaldo del Centro de Estudios Críticos de Género y Feminismos (Cecrige) y la Coordinación de Comunidad y Vida Estudiantil.

La iniciativa nació como respuesta a múltiples experiencias compartidas por estudiantes de la Ibero, quienes reportaron haber sufrido distintas formas de violencia por razones relacionadas con su orientación sexual o identidad de género. Estas agresiones, que van desde comentarios aparentemente inofensivos hasta delitos graves, fueron sistematizadas en un diseño que permite visualizar cómo se escalan y perpetúan.

¿Cómo funciona el Fobiatómetro?

A partir de una encuesta realizada entre la comunidad universitaria, se establecieron tres niveles de violencia:

1. En el nivel amarillo se agrupan las microagresiones, como las burlas, comentarios prejuiciosos o la invalidación de pronombres.

2. En el rango naranja se encuentran agresiones con implicaciones legales, como amenazas, acoso verbal o discriminación sistemática.

3. Finalmente, el color rojo representa actos que vulneran la integridad física o mental, como agresiones físicas, intentos de corrección forzada o crímenes de odio.

Los resultados del diagnóstico revelaron una realidad alarmante, casi el 70 por ciento de los encuestados reportó haber experimentado situaciones correspondientes al nivel amarillo. Un 34.5 por ciento identificó haber sido víctima de violencias clasificadas en el nivel intermedio y un 14.3 por ciento reconoció haber enfrentado situaciones de gravedad extrema.

Está inspirado en el "Violentómetro" creado por el IPN

A diferencia de otros recursos que se centran únicamente en las víctimas, el Fobiatómetro incluye un enfoque reflexivo que también permite reconocer cuándo se han reproducido conductas violentas hacia otras personas. De acuerdo con Anto Kiaan Guerrero Torres, uno de los creadores del proyecto, el instrumento busca generar conciencia colectiva y no solo apuntar culpables: “Nos da la oportunidad de vernos en ambos lados, como personas que han sufrido, pero también como quienes han ejercido violencia sin quererlo o sin saberlo”.

La herramienta retoma el formato visual del Violentómetro creado por el Instituto Politécnico Nacional, pero adaptado a situaciones comunes dentro de la comunidad LGBTQ+. Incluye un folleto informativo con ejemplos cotidianos que muchas veces pasan desapercibidos por estar normalizados. Expresiones como “te respeto, pero…” o el uso incorrecto de pronombres sin intención de corregirse, se señalan como parte del inicio de una cadena de violencia.

El Fobiatómetro también ofrece un directorio con contactos de instituciones que brindan asesoría legal y atención en salud emocional, facilitando así el apoyo para quienes lo necesiten. Además, se espera que sea replicado en otras universidades y contextos escolares.