Fueron unas ramas de un árbol sin podar las que ocultaron el momento en que raptaron a Kimberly en Naucalpan
El punto ciego del C5: la falla que impidió ver el instante exacto en que un hombre presuntamente capturó a Kimberly Hilary Moya González en Filomeno Mata

En Naucalpan, la búsqueda de Kimberly Hilary Moya González, estudiante del CCH Naucalpan de 16 años, se ha convertido en un símbolo de indignación. A casi una semana de su desaparición, su madre, Berenice Jaqueline González, insiste: “Mi hija no se perdió, se la llevaron”.
La adolescente fue vista por última vez el 2 de octubre de 2025, cuando salió de su casa en la colonia San Rafael Chamapa para sacar copias de una tarea escolar. Su recorrido, corto y cotidiano, quedó parcialmente registrado en cámaras de seguridad públicas y privadas, pero un detalle técnico —aparentemente insignificante— ha obstaculizado la investigación: unas ramas taparon el momento en que fue sustraída.
Los últimos videos de Kimberly Moya: un trayecto interrumpido por ramas
A las 15:58 horas, una cámara cercana a una fábrica captó a Kimberly salir de su casa, ubicada junto a la carretera Toluca–Naucalpan. Caminó por un callejón hacia la calle Pirul y cruzó hasta llegar al cibercafé del Mercado Filomeno Mata. A las 16:04, ingresó al local; dos minutos después, salió con una mochila rosa al hombro, su sudadera gris y una blusa verde de tirantes.
Otra cámara la registró caminando frente al mercado, pasando por un sitio de taxis y emprendiendo la subida hacia su casa. A las 16:18 horas, la imagen se corta: Kimberly se pierde entre los árboles y el ángulo ciego de una cámara del C5. Para ver los videos de su ruta, da clic en este enlace.
De acuerdo con la madre de Kimberly, justo en ese punto —frente a una casa color naranja— un hombre la habría interceptado. Sin embargo, la cámara que debía captar ese momento no logró hacerlo porque una rama bloqueaba la visión.
Supuestamente la obstrucción fue causada por el follaje de un árbol con ramas densas, que se extendían frente al lente del poste metálico donde se encuentra la cámara de vigilancia. Desde ciertos ángulos, el árbol cubría parcialmente la fachada del inmueble donde se presume ocurrió la agresión.
¿Cómo es posible que exista un punto ciego justo en una zona vigilada por cámaras?
Ese vacío visual, provocado por unas simples ramas, revela una falla estructural en el sistema de videovigilancia que presume ser uno de los más avanzados del país.
En un entorno donde cada poste tiene una cámara y cada esquina promete seguridad, resulta inadmisible que la desaparición de una menor ocurra precisamente en el ángulo muerto de una cámara estatal. Este caso exhibe una paradoja dolorosa: la tecnología está ahí, pero sin mantenimiento, revisión ni perspectiva humana, se vuelve inútil. La ausencia de una imagen, en este contexto, no es un error técnico menor: es una omisión institucional que podría costar una vida.

Sospechoso detenido y reclamos por omisiones
Un hombre, identificado como posible responsable, fue detenido provisionalmente luego de que dos jóvenes declararan que el mismo sujeto intentó llevárselas con engaños. Sin embargo, la familia teme que sea liberado tras las 48 horas reglamentarias sin avances en la investigación.
“Quiero a mi hija ya, yo necesito a mi hija ya”, repitió entre lágrimas Jaqueline González, durante el bloqueo que encabezó en Periférico Norte la noche del 6 de octubre. La protesta se extendió por más de cinco horas, en exigencia de resultados y acciones inmediatas.
La comunidad exige justicia
Vecinos, amigos y estudiantes del CCH Naucalpan han realizado bloqueos en Avenida del Bosque y otras vialidades principales, denunciando que el caso de Kimberly no es un hecho aislado. Tan solo en el mismo municipio, el 22 de abril fue reportada como desaparecida Tamara Romero Matehuala, también estudiante del CCH.
En redes sociales, usuarios han difundido los videos del recorrido de Kimberly y su ficha de búsqueda, que describe a la joven como de 1.43 metros de estatura, vestida con sudadera gris, blusa verde, pantalón de mezclilla, tenis blancos con gris y mochila rosa.

Un árbol, una cámara y una pregunta abierta
El lugar donde desapareció Kimberly es una zona urbana con tránsito moderado y alta infraestructura de vigilancia: un poste con cámaras del C5, una luminaria LED y una caja de conectividad de Telmex. Sin embargo, el árbol frente a la casa naranja —con ramas extendidas y frondosas— fue suficiente para dejar sin registro el instante decisivo.
Esa sombra de ramas se convirtió en el vacío más doloroso del caso, el punto donde la tecnología falló y la violencia volvió a ganar terreno.
Mientras tanto, la familia de Kimberly exige que el detenido no sea liberado hasta que ella aparezca con vida y pide a las autoridades revisar cada cámara, cada ángulo y cada árbol. Porque, detrás de esas ramas, podría estar la clave para entender qué le pasó a Kimberly Hilary Moya González.
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