México se prepara ante posibles deportaciones masivas; consulados y albergues fronterizos listos

Donald Trump tomará la presidencia de Estados Unidos por segunda vez, pero ahora con una actitud anti inmigrante recargada, por lo que México se prepara para las anunciadas y posibles deportaciones masivas. Ante este panorama, la presidenta Claudia Sheinbaum, anunció que el país tiene  un plan en el que se fortalecen los consulados, además se han instalados 25 albergues en las principales ciudades fronterizas. 

Sheinbaum destacó su confianza en que, con la llegada de Donald Trump, se mantendrá una relación de entendimiento similar a la que se logró durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador. En su intervención, enfatizó que el diálogo siempre ha sido clave para la resolución de diferencias, pero subrayó con firmeza que "México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie; México es un país libre, independiente y soberano."

Compromiso con los mexicanos en Estados Unidos

Además, la presidenta reafirmó su compromiso con los más de 30 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, quienes, según señaló, juegan un papel fundamental en la economía estadounidense. Destacó que en este nuevo periodo bajo la presidencia de Trump, se continuará defendiendo los derechos e intereses de la comunidad mexicana en el país vecino.

"Vamos a defender a las y los mexicanos allá. Los Consulados ya tienen más abogados para apoyarlos. Que hablen al teléfono de los Consulados porque van a estar apoyándolos frente a cualquier situación", aseguró. Asimismo, hizo un llamado a los migrantes que decidan regresar a México, asegurando que serán recibidos "con los brazos abiertos".

Albergues en la frontera

Frente a la amenaza de una posible deportación masiva, varias ciudades fronterizas de México se están preparando para hacer frente a la crisis migratoria. A pesar de sus esfuerzos por organizar y habilitar albergues, las capacidades económicas e infraestructura de estas instalaciones son limitadas, lo que ha generado preocupaciones en las autoridades locales de estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Las autoridades temen que los albergues disponibles no sean suficientes para atender la posible afluencia de migrantes, por lo que han solicitado apoyo al gobierno federal para gestionar la situación. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum, en una reunión con su gabinete, destacó la importancia de coordinar acciones logísticas y legales para atender esta crisis en la frontera norte. También pidió a los gobernadores de las entidades del norte del país y a los cónsules en Estados Unidos redoblar esfuerzos para proteger a los mexicanos que podrían ser deportados.

Acciones coordinadas 

Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró que México está preparado para atender a sus connacionales, sin importar su estatus migratorio, y que la atención se brindará en cualquier punto del país, incluyendo la frontera de Sonora.

En Baja California, el ayuntamiento de Tijuana emitió una declaratoria de emergencia ante la posible deportación masiva, destinando recursos adicionales para atender las necesidades de los migrantes. Esto incluye la renta de inmuebles, la contratación de servicios jurídicos y administrativos, y la adecuación de infraestructura. Tijuana cuenta con 44 albergues, aunque las autoridades están trabajando para garantizar que estos puedan recibir a un mayor número de personas en caso de ser necesario.

Por su parte, en Ciudad Juárez, Chihuahua, los albergues están ampliando su capacidad. La ciudad tiene 35 refugios disponibles, y uno de los más conocidos, La Casa del Migrante, tiene capacidad para 560 personas, pero ha llegado a albergar hasta 1,500, según Francisco Bueno Guillén, director del albergue.

El gobierno de Tamaulipas también está tomando medidas preventivas. Según el secretario de gobierno de esta entidad, Héctor Villegas González, actualmente hay nueve albergues en tres ciudades fronterizas con capacidad para 5,000 personas. Sin embargo, se está trabajando en la habilitación de nuevos espacios para recibir a otros 7,500 migrantes, ampliando significativamente la capacidad de recepción.

Desafíos en ambos lados de la frontera

Es importante destacar que las limitaciones no solo se enfrentan en México. En el lado estadounidense, también se prevé que las políticas y planes de deportación enfrenten retos legales y económicos. Tom Homan, exdirector interino de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, advirtió que el presupuesto disponible para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas es limitado, lo que podría restringir las deportaciones inmediatas de entre uno y dos millones de personas.

La falta de infraestructura adecuada, los recursos limitados y las políticas migratorias estrictas tanto en México como en Estados Unidos dejan a los migrantes en una situación vulnerable. Con la coordinación entre autoridades mexicanas y el gobierno federal, se espera poder hacer frente a este reto y garantizar la atención humanitaria a las personas afectadas. Sin embargo, las capacidades disponibles están al límite, lo que resalta la urgencia de una solución integral a la crisis migratoria en la región.

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