¿Qué pasó con el caso Narvarte? La reconstrucción del crimen, paso a paso
Multifeminicidio y homicidio: 10 años sin justicia y muchas preguntas sin respuesta

El fotoperiodista Rubén Espinosa y cuatro mujeres: Nadia Vera Pérez, activista; Mile Virginia Martín, modelo de nacionalidad colombiana; Yesenia Quiroz Alfaro, maquillista; y Olivia Alejandra Negrete Avilés, trabajadora del hogar, son las cinco personas que fueron brutalmente asesinadas en el departamento 401 del edificio ubicado en Luz Saviñón 1909, en la Ciudad de México (CDMX) el 31 de julio de 2015.
A una década, el caso Narvarte permanece sin esclarecer del todo, marcado por negligencia institucional, criminalización de las víctimas y una preocupante ausencia de perspectiva de género.
31 de julio de 2015: La cita con la muerte
Esa tarde, los vecinos del edificio no notaron movimientos extraños. Solo Esbeidy López, compañera de las víctimas y la única sobreviviente, supo que algo no iba bien al regresar del trabajo. Al abrir la puerta del departamento, encontró una escena de terror: los cuerpos de sus conocidas y del fotoperiodista estaban esparcidos por el lugar, todos con una herida de bala en la cabeza. De inmediato, llamó a la policía y a su pareja. Pasó una hora hasta que los primeros agentes llegaron al lugar.
Los cuerpos mostraban signos de tortura. La escena del crimen evidenciaba violencia extrema: objetos tirados, rastros de sangre, puertas forzadas. Las cámaras de seguridad del edificio captaron a tres hombres saliendo del lugar a las 13:36 horas. Uno de ellos arrastraba una maleta negra; otro robó el automóvil Mustang rojo propiedad de Mile.
VIDEO de las cámaras de seguridad
1 de agosto: El reconocimiento de Rubén
Aunque el fotoperiodista Rubén Espinosa ya era identificado por colegas y conocidos desde la noche anterior, no fue sino hasta el día siguiente que las autoridades confirmaron oficialmente su muerte. Espinosa había documentado abusos de poder en Veracruz y recibido amenazas por su trabajo, especialmente por fotografiar manifestaciones y criticar al entonces gobernador Javier Duarte.
Cronología del crimen y sus omisiones
3 de agosto de 2015:
El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Rodolfo Ríos Garza, confirma que las cinco víctimas fueron ejecutadas con el llamado “tiro de gracia” y presentaban signos de tortura. Se localiza el Mustang de Mile, abandonado. El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, condena el crimen, y se refuerza la vigilancia en Narvarte con más de 150 elementos.

4 de agosto:
La PGJDF informa que el vehículo usado por los agresores no pertenecía a ninguna víctima. Se asegura tener un testigo presencial del crimen, y las cámaras de seguridad muestran a tres hombres huyendo. Ciudadanos colombianos exigen justicia y piden no estigmatizar a la comunidad migrante tras el asesinato de Mile.
5 de agosto:
Una persona es presentada ante las autoridades. La cancillería de Colombia identifica oficialmente a “Nicole” como Mile Virginia Martín. La narrativa oficial empieza a tambalearse: se descarta que los agresores convivieran con las víctimas antes del asesinato. Manifestantes colocan ofrendas frente al edificio. Nadia Vera es sepultada en Chiapas.

6 de agosto:
La PGJDF detiene a un exconvicto que estuvo preso por violación, robo y lesiones. Se confirma su implicación, pero su identidad no es revelada. La ONU-DH condena el asesinato del fotoperiodista.
Agosto: Detenciones, teorías y omisiones
14 de agosto: Informan que hallaron 300 gramos de droga sintética en el departamento, lo que da pie a teorías oficiales sobre crimen ligado al narcomenudeo.
18 de agosto: Funcionarios del gobierno de Veracruz son citados a declarar, entre ellos Arturo Bermúdez Zurita, señalado como autor intelectual de agresiones previas contra activistas.
30 de agosto: Es detenido Abraham Torres Tranquilino, exagente policial. Declara que el objetivo era robar droga supuestamente recogida por Mile en el aeropuerto.

¿Qué sucedió realmente en la Narvarte?
Desde el inicio, la versión oficial intentó reducir el delito a un móvil de drogas y prostitución. Sin embargo, abogados y familiares de las víctimas sostienen que se trató de un crimen político. Rubén había documentado represiones y desapariciones en Veracruz. Nadia era una joven activista clave en los movimientos estudiantiles en Chiapas. Ambos habían huido de Veracruz ante las amenazas y persecuciones del gobierno de Duarte.
El documental A plena luz, de Alberto Arnaut, revela que la versión institucional es insostenible. La tesis: Rubén y Nadia eran los verdaderos objetivos. Mile, Yesenia y Alejandra fueron víctimas colaterales, asesinadas para desviar la atención pública y borrar toda huella de una posible ejecución planeada.
Los tres acusados
Daniel Pacheco Martínez, Abraham Torres Tranquilino y César Omar Martínez Zendejas fueron grabados por las cámaras del edificio saliendo del departamento. Iban en una Suburban azul marino con placas MGR-7855. Daniel declaró haber acudido al lugar para consumir drogas y contratar servicios sexuales. Aun así, los tres fueron detenidos y acusados del multihomicidio.
No fue sino hasta 2021 que uno de ellos, Omar Martínez Zendejas, recibió sentencia. Las familias han insistido en que los verdaderos responsables siguen impunes y que los detenidos fueron sólo ejecutores, no autores intelectuales.


Un crimen de Estado
Durante el gobierno de Javier Duarte en Veracruz (2010-2016), al menos 17 periodistas fueron asesinados y cientos de personas desaparecieron. Rubén y Nadia huyeron de ese “reino del terror” con la esperanza de sobrevivir en la capital. Pero la Ciudad de México, gobernada entonces por Miguel Ángel Mancera, no fue refugio sino trampa. Fueron asesinados y posteriormente estigmatizados.
La criminalización fue evidente: las autoridades filtraron a medios información parcial y tendenciosa, presentando a Mile y Yesenia como responsables de su propia muerte. Las líneas de investigación sobre el trabajo periodístico de Rubén, la militancia de Nadia o las amenazas previas fueron descartadas de inmediato.
Omisiones, encubrimientos y negligencia
Uno de los policías que encontró los cuerpos nunca rindió declaración.
No se aplicaron los protocolos de feminicidio ni se notificó a la Fiscalía especializada en delitos contra mujeres.
Se ignoraron declaraciones clave, como la del hermano de Alejandra, quien informó sobre amenazas previas.
Estas omisiones no fueron errores: apuntan a una estrategia de encubrimiento. Según el documental de Arnaut, en el crimen de Narvarte se combinan múltiples delitos: feminicidio, ejecución extrajudicial, trata de mujeres, corrupción institucional y represión política.
Dos meses antes: La amistad entre Nadia y Rubén
Rubén conoció a Nadia en 2012 durante una protesta en Xalapa. Compartían ideales y convicciones. Nadia se mudó a CDMX en 2014; Rubén lo hizo en mayo de 2015. Aunque no se frecuentaban regularmente, compartían una historia de lucha y amenazas.
Uno de los episodios más inquietantes ocurrió cuando Rubén fue agredido por un civil durante una protesta y le dijeron: “Acuérdate de lo que le pasó a Regina Martínez”. Días después, estaría muerto.
Regina Martínez era una periodista en Xalapa. Corresponsal de Proceso, llegó a publicar investigaciones sobre derechos humanos, delincuencia organizada y vínculos entre miembros de cárteles y funcionarios de Veracruz. Fue asesinada en su domicilio el 28 de abril de 2012, durante el gobierno de Duarte.
Justicia pendiente
A diez años del crimen de Narvarte, el caso continúa sin esclarecer. Las autoridades han fracasado en investigar con perspectiva de género y de derechos humanos. Las víctimas fueron torturadas, asesinadas y luego difamadas. Las familias siguen exigiendo justicia. El país aún espera que este crimen de Estado no quede sepultado bajo el manto de la impunidad.
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