Reclaman el cuerpo de Doña Mari, abuelita que murió esperando a sus hijos en central de autobuses
La hija de la mujer acudió a reconocer el cuerpo

Cinco días después de que María de Jesús Mundo, mejor conocida como Doña Mari, falleciera en una banca de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU), su cuerpo fue finalmente reclamado por una de sus hijas y un sobrino, quienes se trasladaron desde Cuernavaca, Morelos, para identificar sus restos y gestionar su entrega.
La mujer de 79 años había pasado sus últimos años viviendo en situación de calle dentro de la terminal, esperando, sin éxito, a que alguno de sus hijos volviera por ella. El deceso ocurrió el pasado 24 de julio. Según fuentes de la Fiscalía General del Estado de Puebla, su muerte fue provocada por diversas complicaciones de salud que nunca fueron atendidas.
Durante casi una semana, su cuerpo permaneció en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) de la capital poblana, en espera de ser identificado, en medio del temor de que acabara en una fosa común. Fue hasta la noche del 29 de julio que su hija, identificada como María Guadalupe, acompañada por un sobrino, acudió a reconocer los restos y completar los trámites legales.
Muere Doña Mari, la abuelita que esperó a sus hijos durante tres años en la Central Camionera de Puebla
— Rosa Lilia Torres- Noticias (@rosaliliatorrs) July 26, 2025
Una mujer de 80 años de edad falleció este pasado viernes al interior de la Central Camionera de Puebla, donde pasó los últimos tres años esperando el regreso de sus hijos… pic.twitter.com/ZW1RrVqDd8
Doña Mari se había negado a vivir con su familia
Las autoridades ministeriales informaron que, durante su declaración, los familiares explicaron que Doña Mari se había negado durante años a vivir con ellos. Decía que debía quedarse en la terminal porque estaba convencida de que su hijo Víctor Manuel, quien presuntamente vive en Estados Unidos, y su hija Alma regresarían por ella. Ese deseo se convirtió en la única razón por la que se mantuvo en las instalaciones de la CAPU, incluso cuando su salud se deterioraba rápidamente.
Desde el año 2024, el caso de Doña Mari fue visibilizado por medios locales y usuarios en redes sociales, quienes compartieron imágenes y testimonios de su vida en la central. Su presencia constante en la sala de espera conmovió a muchas personas, que comenzaron a brindarle ayuda ocasional con alimentos, cobijas o medicinas. Organismos como el DIF Estatal y Municipal también intentaron intervenir, ofreciéndole albergue, atención médica y asistencia, pero ella se negó una y otra vez a abandonar el lugar.
¿Qué se sabe sobre los hijos de Doña Mari?
Originaria de la Ciudad de México, Doña Mari llegó a Puebla hace 38 años. Durante ese tiempo vivió en distintos puntos del estado, hasta que, tras ser desalojada de una vivienda en Tehuacán, se quedó sin un lugar al que llamar hogar. Fue entonces cuando decidió instalarse en la terminal, donde pasaría los últimos tres años de su vida. Su salud se fue deteriorando, padecía una infección en una pierna y problemas urinarios que le dificultaban levantarse.
Aunque su familia finalmente reclamó el cuerpo, persisten múltiples cuestionamientos sobre el abandono que sufrió. Hasta el momento no se ha confirmado si las autoridades abrirán una investigación al respecto. Tampoco se ha aclarado si los familiares estaban al tanto de las condiciones en las que vivía o si alguna vez fueron notificados por instancias oficiales.