Renta en dólares y lujo exclusivo: la transformación de la colonia Condesa: VIDEO

Redacción 11 julio, 2025

La gentrificación borra barrios y memorias con rentas de hasta 4,500 dólares en la Condesa

 ©Wikipedia - La Condesa se ha vuelto una zona exclusiva de la CDMX.

Cuando el actor cubano Pedro Luis Sicard se mudó a la colonia Condesa de la Ciudad de México en la década de 1990, rentar una vivienda costaba unos 100 dólares al mes, precio que hoy se multiplica hasta por 40 —superando los 4.000 dólares— en este y otros barrios vecinos donde la gentrificación ha reactivado el debate público tras las recientes protestas.

Sicard relató este viernes a EFE que se asentó en la capital mexicana en 1995 y fue testigo de cómo las colonias Condesa y Roma pasaron de albergar viviendas muy baratas —tras el sismo de 1985— a convertirse en barrios exclusivos, una de las demandas que motivó la marcha contra la gentrificación el pasado 4 de julio, que culminó con destrozos a diversos establecimientos.

“Era una casa de tres recámaras, ahí en la calle de Puebla y Sonora, y pagábamos como 1.800 pesos (unos 90 dólares), después fue subiendo como a 2.000 (100 dólares)”, recordó el intérprete de telenovelas, que después se mudó a la vecina Roma Norte, donde su renta era de 130 dólares al mes.

Actualmente, alquilar una vivienda de tres recámaras en la zona cuesta entre 1.500 y 4.500 dólares mensuales, según plataformas como Remax y Lamudi.

Una colonia bohemia convertida en destino de lujo

Según Sicard, en los años 2000 la Roma seguía “abandonada”, pero una corriente bohemia de artistas comenzó a invertir, alentada por desarrolladores que veían potencial de crecimiento. El propio actor adquirió un departamento siguiendo esta tendencia.

En menos de tres décadas, con la llegada de los nómadas digitales durante la pandemia de covid-19, la zona se fue “gentrificando”, aseguró. En ese proceso, los pequeños negocios comenzaron a desaparecer y fueron reemplazados por restaurantes y comercios de alto nivel.

Hoy, su vivienda —vecina de un restaurante de lujo y ubicada en el epicentro de la gentrificación— amaneció con el mensaje ‘Fuera gringo’ pintado en la fachada, tras el paso de la manifestación del 4 de julio.

“El día que la colonia me quede muy cara igual me voy”, confesó el cubano-mexicano.

 ©EFE - Pedro Luis Sicard, actor cubano.

La demolición silenciosa del patrimonio

El arquitecto Saúl Alcántara, investigador de la UAM, coincidió con Sicard al advertir que los precios de la vivienda han aumentado hasta un 30 % tras la pandemia. A ello se suma la demolición constante de edificios históricos del siglo XX para dar paso a desarrollos comerciales.

Alcántara no se opone a la gentrificación, siempre que haya planeación urbana adecuada: “De lo contrario, los propietarios venden barato, los vecinos son desplazados y se pierde patrimonio”.

“Este es el primer aviso. El segundo va a ser más fuerte, y el tercero, pues el gobierno va a hacer alguna ocurrencia”, advirtió.

Según el Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT), en la ciudad se registran 20.000 desplazamientos al año, una cifra que Alcántara considera subestimada por la desregulación del uso de suelo, que permite convertir viviendas en negocios sin control efectivo.

Gentrificación: beneficios para unos, expulsión para otros

En la calle Orizaba, uno de los ejes del auge restaurantero, el chef David Portillo reconoció que la gentrificación ha sido positiva para las ventas, aunque también ha hecho “imposible” vivir ahí para el mexicano promedio.

“Seamos honestos, si se van los gringos, el gobierno no va a poder limitar eso. Las personas seguirán pagando lo que les convenga”, opinó.

Su negocio fue uno de los afectados durante la movilización del 4 de julio, con daños materiales que superaron los 6.000 dólares.