VIDEO | Ballena jorobada devora a hombre mientras practicaba kayak

Como si los hechos estuvieran narrados por Herman Melville, un joven de 20 años se vio tragado por una ballena jorobada mientras practicaba packrafting junto a su padre en la Bahía Águila, Punta Arenas, en la región de Magallanes, al sur de Chile.

Los sucesos fueron captados en video el sábado 8 de febrero, cuando el venezolano Dell Simancas, de 49 años, practicaba una combinación de trekking y packrafting con su hijo, Adrián Simancas, en las aguas del Estrecho de Magallanes.

Mientras el padre grababa a su hijo remando, una ballena jorobada emergió de manera repentina con la boca abierta y atrapó a Adrián. Sin embargo, expertos científicos explicaron que la ballena estaba simplemente alimentándose, y que el joven se encontraba en el lugar equivocado, cruzando inadvertidamente el trayecto de caza del cetáceo.

Los medios de comunicación de Chile reportaron que, cuando la ballena se sumergió nuevamente, expulsó al joven, quien logró regresar a la superficie sin mayores dificultades. Rápidamente nadó hacia su bote y se reunió con su padre, quien remó hasta la orilla en busca de un lugar seguro. Afortunadamente, el joven no sufrió daños.

¿Una ballena puede comer humanos?

Aunque las ballenas son criaturas enormes y poseen bocas de gran tamaño, es altamente improbable que puedan devorar a un ser humano. De acuerdo con la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), las ballenas barbadas, como la ballena azul o la ballena jorobada, se alimentan mediante un proceso llamado filtración, en el que ingieren grandes cantidades de agua y expulsan el líquido a través de sus barbas, reteniendo únicamente pequeños organismos como krill y peces diminutos.

Además, sus gargantas son demasiado estrechas para tragar a una persona entera. Por otro lado, aunque los cachalotes tienen una faringe más amplia y se alimentan de calamares grandes, no representan una amenaza para los humanos, ya que no forman parte de su dieta habitual (Smithsonian Magazine, 2021).

Casos documentados de encuentros cercanos, como el del buzo Michael Packard, quien fue atrapado accidentalmente en la boca de una ballena jorobada y luego escupido, demuestran que estos incidentes son extremadamente raros y no intencionales (The Guardian, 2021).

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