Trump negocia tregua arancelaria con aliados; excluye a China
El gobierno del republicano planea ejecutar más de 15 acuerdos comerciales

A una semana de anunciar una tregua parcial a los aranceles contra sus socios comerciales –con excepción de China–, la Administración de Donald Trump ha intensificado sus contactos para cerrar negociaciones en el próximo mes, según altos funcionarios estadounidenses.
La Casa Blanca busca proyectar una imagen de avance en los acuerdos comerciales, tras la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el anuncio del propio Trump de que ya hay “conversaciones abiertas” con Pekín.
Sin embargo, el tono optimista contrasta con el nerviosismo del presidente, quien pidió esta semana la destitución del titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, después de que éste advirtiera que los aranceles podrían disparar la inflación y frenar el crecimiento económico.
Más de 15 acuerdos en curso, sin detalles claros
El director del Consejo Económico de la Casa Blanca, Kevin Hasset, confirmó este viernes que el Gobierno trabaja en más de 15 acuerdos comerciales, aunque evitó ofrecer detalles sobre los países involucrados o las negociaciones con China.
Trump, por su parte, afirmó que busca un pacto con el Gobierno de Xi Jinping “en las próximas semanas”, pero no reveló los nombres de los funcionarios que participan ni si ha hablado directamente con su homólogo chino.
Italia, Europa y nuevos frentes
La visita de Meloni refuerza los vínculos con uno de los miembros clave del bloque europeo. Ambos países adelantaron que Trump planea una visita oficial a Italia “en un futuro cercano”, donde podría reunirse también con líderes de la Unión Europea.
Nuevos aranceles a barcos chinos
En un nuevo golpe a la relación bilateral, Trump impuso aranceles a buques construidos y operados por China que lleguen a puertos estadounidenses, medida que Pekín calificó como “errónea” y ante la cual prometió tomar “las medidas necesarias”.
El gobierno estadounidense justificó la decisión señalando el “dominio chino” en sectores estratégicos y acusando a Pekín de perjudicar a empresas y trabajadores estadounidenses. Los nuevos aranceles portuarios se aplicarán por viaje, aunque podrían eximirse si se demuestra que el barco fue encargado para su construcción en EE.UU.
Desde Pekín, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lin Jian, advirtió que estas tarifas “afectan a todo el mundo”, ya que elevan los costos del transporte marítimo, alteran la estabilidad de la cadena de suministro global y aumentan la presión inflacionaria en Estados Unidos.