Caso Amelí García: El Ajusco, epicentro de desapariciones, acumula 300 casos desde 2017

Metzli Escalante 29 julio, 2025

Ajusco: territorio de angustia y desaparición en la CDMX ante ocho años de búsqueda

 ©Especial. - Olin Vargas, Amelí García y Pamela Gallardo.

Desde hace ocho años, el Ajusco —uno de los principales pulmones naturales de la Ciudad de México (CDMX)— se ha convertido también en un territorio de angustia y desaparición. Entre los pinos y las rutas de senderismo que cada fin de semana reciben a cientos de visitantes, madres buscadoras han localizado restos humanos, indicios de secuestros y una verdad que las autoridades han preferido ignorar: al menos 300 personas han desaparecido en esta zona desde 2017.

El caso Amelí García: un nuevo llamado de auxilio

Ana Amelí García Gámez, de 19 años, desapareció el sábado 12 de julio de 2025 tras ascender al Pico del Águila. Desde entonces, su familia, rescatistas alpinos, voluntarios y colectivos han rastreado sin descanso cada sendero de Tlalpan. Su caso, lejos de ser aislado, forma parte de un patrón más amplio: el Ajusco es un punto rojo para desapariciones en la Ciudad de México.

La búsqueda de Amelí ha reactivado expediciones también por otras personas, como Guadalupe Pamela Gallardo Volante, desaparecida en 2017, y Olin Hernando Vargas Ojeda, secuestrado en noviembre de 2024. Las coincidencias geográficas entre estos casos han encendido las alarmas entre activistas y familiares, quienes exigen respuestas inmediatas a una crisis invisibilizada por años.

Pamela Gallardo: ocho años buscando entre barrancas

Desde su desaparición en 2017, la familia de Pamela ha organizado más de 400 jornadas de búsqueda por su cuenta. Conocen cada curva de la carretera, cada cabaña abandonada, cada sombra del bosque. Y sin embargo, siguen sin respuestas. La alcaldía Tlalpan acumula 278 reportes oficiales de personas desaparecidas desde ese año, según N+, pero la mayoría de los casos avanzan sin celeridad, sin protocolos claros y con un acompañamiento institucional casi simbólico.

"No traen ni una bolsa para recolectar evidencia"

María del Carmen Volante, fundadora del colectivo Hasta Encontrarlas, ha denunciado en repetidas ocasiones las omisiones de las autoridades durante los operativos de búsqueda. “Llegan sin lo más básico, como una bolsa para levantar restos”, señala. La falta de capacitación, equipo y compromiso prolonga el dolor de cientos de familias que terminan asumiendo funciones que no les corresponden: actuar como investigadoras, rastreadoras, peritas.

 ©Especial. - Ficha de búsqueda de Pamela Gallardo.

Olin Vargas: una trampa disfrazada de reencuentro

El 26 de noviembre de 2024, Olin Hernando Vargas, de 24 años, salió rumbo a Valle del Tetzontle. Iba a encontrarse con una amiga que no veía desde hace ocho años. Era una emboscada. Esa noche, sus padres, Delia Ojeda y Fernando Vargas, recibieron una llamada: pedían 6 millones de pesos por su rescate.

Tres días después, encontraron la camioneta en la que viajaba. En su interior, una camiseta y manchas de sangre que, según pruebas ministeriales, eran suyas. A pesar de la evidencia y la detención de dos personas presuntamente implicadas, Olin sigue desaparecido. Los detenidos se han negado a declarar qué hicieron con él.

La familia Vargas critica la indiferencia oficial: “No se armó ningún operativo urgente. Lo que debía pasar el 27 de noviembre, lo hicieron hasta cuatro meses después.

Una montaña entre el ecoturismo y la tragedia

El Ajusco es una zona montañosa de 920 hectáreas que alcanza los 3,930 metros de altitud, la cima más alta de la capital. Su belleza atrae a turistas y familias cada fin de semana. Pero su aislamiento, caminos sin vigilancia y cobertura intermitente lo han convertido también en escenario de crímenes invisibles.

Restaurantes campestres y rutas de ciclismo conviven con zonas de alto riesgo donde han sido hallados restos humanos. Los colectivos de búsqueda han documentado múltiples casos sin que se modifique la estrategia de seguridad ni se redoble la presencia institucional.

 ©Cuartoscuro. - Búsqueda Amelí.

Dos generaciones de desaparecidas, una misma negligencia

A petición de la familia de Pamela Gallardo, la reciente búsqueda por Ana Amelí García se realiza en los mismos parajes donde desapareció su hija hace ocho años. “Pasaron 72 horas y las autoridades no salieron a buscar. Se supone que deben actuar en las primeras dos”, reclama María del Carmen Volante. Lo que une ambos casos no es solo el dolor: es la desprotección sistemática de mujeres y jóvenes, incluso en espacios que deberían ser seguros.

 ©Cuartoscuro. - Colectivo "Una Luz en el Camino" en búsqueda de Amelí.

Una zona sin vigilancia, una justicia sin prisa

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha abierto múltiples carpetas de investigación por restos hallados en la región, pero los avances son mínimos. Mientras tanto, familias como la de Olin, Pamela o Amelí siguen pegando volantes, compartiendo fotos y organizando búsquedas con sus propios medios, mientras las autoridades fallan una y otra vez en hacer su parte.

Una crisis humanitaria ignorada

Las más de 300 desapariciones en el Ajusco no son coincidencia: forman parte de una crisis humanitaria sostenida por la omisión institucional, la negligencia sistemática y la falta de prevención. Cada nombre es una historia truncada. Cada búsqueda, una denuncia viva. Y cada silencio oficial, una deuda con quienes aún esperan un regreso, una verdad o al menos, un cierre.

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