Crisis en Edomex: la tragedia de los 13 bebés muertos y los 11 mil cadáveres en Semefos

Metzli Escalante 4 septiembre, 2025

¿Qué está pasando en el Edomex? Bebés fallecidos y miles de cadáveres sin identificar

 ©Elaboración propia. - Bebé y vehículo del Semefo.

El Estado de México enfrenta una doble tragedia que exhibe la fragilidad de su sistema sanitario y forense. Por un lado, la muerte de 13 bebés recién nacidos por un brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en hospitales mexiquenses; por otro, la alarmante cifra de 11 mil cadáveres recibidos en 2024 por los servicios médicos forenses de la entidad, el mayor número en todo el país.

El brote que mató a 13 recién nacidos

En noviembre de 2024 el Estado de México enfrentó un brote de Klebsiella oxytoca, bacteria asociada con moscas domésticas y lavaderos industriales, que puede provocar sepsis y resultar letal.

La bacteria estaba presente en un alimento intravenoso que se suministró a recién nacidos, provocando la muerte de 13 bebés.

La investigación señaló a la empresa Safe Productos Hospitalarios S.A. de C.V., encargada de elaborar la fórmula Nutrición Parenteral Total (NPT). No era la primera vez: en 2020 Cofepris ya la había multado con más de 3 millones de pesos por un brote que afectó a 14 hospitales en Jalisco.

Los hospitales implicados en el Edomex

Las muertes y contagios se registraron en cuatro hospitales:

  • Hospital de Ginecología y Obstetricia del IMIEM

  • Hospital del Niño

  • Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz” (IMSS Bienestar)

  • Centro Médico Toluca (privado)

En todos los casos, la investigación confirmó la presencia de la bacteria Klebsiella oxytoca en la nutrición parenteral distribuida por Safe Productos Hospitalarios S.A. de C.V.

 ©Especial. - Hospital de Ginecología y Obstetricia y Hospital del Niño.
 ©Especial. - Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz” y Centro Médico Toluca.

Detenciones y responsabilidades

Nueve meses después de la tragedia, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cumplió órdenes de aprehensión contra cinco empleados de Safe:

  • Claudia “N”, Citlalli “N” y Gloria “N”, acusadas de homicidio por la muerte de siete bebés en el Hospital de Ginecología y Obstetricia de Toluca.

  • Mariela “N” y Gustavo “N”, presuntos responsables de suministrar la fórmula contaminada que derivó en el choque séptico de otros recién nacidos.

Las detenidas ocupaban cargos como ingenieras y supervisoras de calidad en manufactura, con pleno conocimiento técnico para garantizar la esterilización de los productos. Sin embargo, la fiscalía señala que no cumplieron con los estándares normativos, lo que derivó en el brote.

La FGJEM también solicitó audiencia de formulación de imputación contra la propia empresa por delitos contra el consumo, lo que abriría la puerta a sanciones penales y administrativas.

El Estado de México, epicentro de la crisis forense

Este caso no es un hecho aislado. El Edomex se ha convertido en un epicentro de muertes y cuerpos sin identificar. Según el Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2024 del Inegi, los servicios médicos forenses del país recibieron 100,019 cadáveres en ese año. De ellos, 11,353 correspondieron al Estado de México, es decir, el 11.4 % del total nacional, la cifra más alta.

La estadística revela que, en promedio, en la entidad llegan ocho cadáveres de bebés por semana. Solo entre 2018 y septiembre de 2023, se registraron más de 2,116 cuerpos de bebés menores de un año en los Semefos mexiquenses, incluidos 18 bebés encontrados en la vía pública.

En los datos de la FGJEM no se precisan las causas de muerte, por lo que los bebés habrían fallecido por diversas circunstancias, pero se sabe que en ese intervalo, la Coordinación General de Servicios Periciales recibió cuerpos por muertes lactantes:

  • 531 cuerpos en el año 2018

  • 380 en 2019

  • 361 en 2020

  • 266 en 2021

  • 336 en 2022

  • Hasta los primeros días de septiembre de 2023, 242 cuerpos

  • para dar el total de dos mil 116

 ©Elaboración propia. - Gráfica de muertes lactantes.

Restos humanos, óbitos fetales y fosas clandestinas

El informe del Inegi reporta que en Edomex también se contabilizaron:

  • 225 óbitos fetales.

  • 109 segmentos corporales y 25 fragmentos.

  • 3 componentes o productos de seres humanos bajo la categoría de “otra unidad de medida”.

La crisis se agrava con el hallazgo de fosas clandestinas. Solo en 2024 se localizaron 10 fosas en la entidad, con 22 cuerpos recuperados, ocho de ellos aún sin identificar. En Nicolás Romero encontraron dos cavidades con 10 cadáveres, mientras que en Toluca se hallaron dos fosas con cuatro cuerpos. Casos similares ocurrieron en Huixquilucan, Naucalpan, Temoaya y Xalatlaco.

Instalaciones rebasadas y cuerpos no identificados

El Estado de México cuenta con 24 anfiteatros forenses, la cifra más alta del país, pero insuficiente para la demanda. Su capacidad es de 210 cuerpos en cámaras de frío y 210 en osteotecas, muy por debajo de entidades como Jalisco o Coahuila, que tienen infraestructura más robusta-

En 2024, la FGJEM clausuró temporalmente el Semefo de Toluca por remodelación, provocando que cuerpos fueran canalizados a Jilotepec y Tenango del Valle. Ahí, las deficiencias en refrigeración desataron quejas de vecinos, quienes denunciaron olores fétidos incluso cerca de escuelas.

Entre abril de 2019 y julio de 2024, la fiscalía mexiquense registró 3,150 cuerpos o restos no identificados. De ellos, 2,664 terminaron en fosas comunes, mientras que cientos permanecen bajo resguardo en espera de identificación.

Para atender la crisis, se crearon la Unidad de Gestión de Información de Cadáveres de Identidad Desconocida (UGICID) y la Unidad Multidisciplinaria de Identificación de Cadáveres (UMICID), encargadas de exhumaciones y análisis forenses. Sin embargo, especialistas señalan que muchos cuerpos nunca son identificados porque los familiares de desaparecidos no buscan a sus seres queridos en los Semefos.

 ©Especial. - Semefo Edomex.

Dos tragedias unidas por la negligencia

La muerte de 13 bebés por un alimento contaminado y la existencia de 11 mil cadáveres en morgues y fosas del Estado de México forman parte de la misma tragedia: la vulnerabilidad de los cuerpos más indefensos, víctimas de un sistema que falla tanto en la prevención sanitaria como en la justicia forense.

Ambos casos exponen un delicado equilibrio entre negligencia empresarial, omisiones institucionales y una infraestructura forense rebasada, donde los más pequeños y los más pobres terminan siendo los más desprotegidos.

El Edomex no solo enfrenta la responsabilidad penal de una empresa negligente que provocó la muerte de bebés por una bacteria hospitalaria, sino también una crisis humanitaria en sus morgues, que operan al límite de su capacidad.

La combinación de muertes infantiles prevenibles y miles de cuerpos sin reclamar ni identificar revela un sistema que falla tanto en la prevención de tragedias sanitarias como en el trato digno a los muertos y a sus familias. En palabras de especialistas, se trata de una doble herida.

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