Entre bombas y un ataque en Catar: la historia detrás del acuerdo de paz en Gaza

Estefanía Arreola 9 octubre, 2025

Tras días de intensas gestiones diplomáticas, Trump dio un ultimátum para lograr un acuerdo con Hamás

 ©gork-especial - Trump asegurá que llevará la paz a Gaza.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que Israel y Hamás firmaron la primera fase de un plan de paz que busca poner fin a la guerra en Gaza, liberar a todos los rehenes y establecer una retirada parcial de las tropas israelíes del enclave palestino.

El anuncio se produjo apenas dos horas después de que el secretario de Estado, Marco Rubio, llegara visiblemente nervioso al Comedor de Estado de la Casa Blanca para entregarle al mandatario una nota que decía: “El acuerdo en Gaza está muy cerca. Necesito que apruebes pronto una publicación en Truth Social para ser el primero en anunciarlo.”

Poco después, Trump publicó el mensaje que dio la vuelta al mundo: “Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro Plan de Paz. Esto garantizará que todos los rehenes sean liberados pronto e Israel retirará sus tropas como primer paso hacia una paz duradera.”

El bombardeo en Doha: el detonante del pacto

Fuentes diplomáticas señalan que el punto de quiebre se dio tras el bombardeo israelí en Doha, el pasado 9 de septiembre, un ataque fallido que intentó asesinar a la delegación de Hamás reunida en la capital catarí para negociar un cese al fuego.

La ofensiva desató indignación en el mundo árabe y enfureció al presidente estadounidense, que mantiene una estrecha relación con Catar —país que visitó en mayo como parte de su estrategia de reconciliación regional—.

La crisis fue aprovechada por el enviado especial Steve Witkoff, quien junto a Jared Kushner, yerno del presidente y artífice de la política hacia Medio Oriente en el primer mandato, diseñó un plan de 20 puntos desde un hotel en Nueva York.

 ©EFE - Trump y el presidente de Israel, Benjamin Netanyahu.

El documento incluyó propuestas clave: el fin de la ofensiva israelí, la liberación de rehenes de Hamás, la creación de un gobierno de transición en Gaza encabezado por el ex primer ministro británico Tony Blair, y un compromiso para iniciar la reconstrucción con apoyo internacional.

El visto bueno del mundo árabe e Israel

El primer avance ocurrió el 23 de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, cuando Trump presentó el borrador del plan a líderes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Egipto, Jordania y Turquía, quienes propusieron modificaciones antes de su presentación formal al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Aunque Netanyahu mostró reservas —especialmente sobre la retirada del ejército israelí y el papel de la Autoridad Nacional Palestina—, finalmente aceptó tras recibir garantías de seguridad y modificar algunas cláusulas.

El 29 de septiembre, la Casa Blanca organizó una comparecencia conjunta entre ambos mandatarios para anunciar el Plan de Paz para Gaza, con tono triunfal pero sin el aval aún de Hamás.

Tras días de intensas gestiones diplomáticas, Trump dio un ultimátum al grupo palestino: aceptar el acuerdo antes del domingo o enfrentar un “infierno”. Horas antes de cumplirse el plazo, Hamás dio su aprobación.

 ©Especial - Donald Trump asegura que reconstruirá Gaza.

El “momento decisivo” en Egipto

El lunes siguiente comenzaron las negociaciones finales en Sharm el-Sheij, Egipto, con mediadores de Catar, Egipto y Turquía. Durante casi 20 horas de diálogo continuo, ambas partes cedieron posiciones bajo la supervisión de Witkoff y Kushner.

Fuentes estadounidenses revelaron que el “momento decisivo” ocurrió de madrugada, cuando Israel y Hamás acordaron los términos de la primera fase del plan:

  • Un alto el fuego inmediato.

  • La liberación de los 20 rehenes vivos a cambio de prisioneros palestinos.

  • La retirada parcial de tropas israelíes en un plazo de 24 horas.

La segunda fase, aún por negociarse, abordará la desmilitarización de Gaza, el despliegue de una fuerza internacional y un plan de reconstrucción financiado por aliados árabes y supervisado por Estados Unidos.

Una victoria diplomática con tintes electorales

Aunque el conflicto entre Israel y Palestina dista de estar resuelto, el acuerdo representa un triunfo diplomático que Trump busca capitalizar como símbolo de liderazgo global y posible candidatura al Premio Nobel de la Paz.

El presidente aseguró este jueves que su motivación no es el reconocimiento, sino “la humanidad”. Sin embargo, expertos recuerdan que Israel ya rompió en el pasado un alto el fuego similar, lo que deja en duda la durabilidad del pacto.

Con la mirada puesta en su reelección y en su papel como mediador internacional, Trump se presenta como el hombre que —al menos por ahora— logró detener la guerra más sangrienta del siglo.