"No había retén": Dionisio, padre de Cristofer Huerta, revela detalles inéditos del asesinato por policía
Dionisio Huerta rompe el silencio: los últimos momentos de vida de Cristofer, asesinado por un policía en Jardín Balbuena

“Cris realmente va a dejar un vacío muy grande”, compartió Dionisio Huerta, padre de Cristofer Huerta, el joven de 21 años asesinado de un disparo en la cabeza por un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) el pasado 19 de agosto de 2025 en la colonia Jardín Balbuena, alcaldía Venustiano Carranza.
El testimonio del padre: “No había persecución, ni un retén ni nada"
A una semana del crimen, Dionisio relató los momentos más dolorosos que vivió junto a su hijo:
“Veo que mi hijo viene hacia mí y veo al oficial en el piso, pero mi hijo le da la espalda, es cuando veo que le tira, cuando me acerco a él veo que tiene un tiro en la cabeza”, contó para N+.
El padre negó que hubiera una persecución, como aseguraron las autoridades:
“Decían que era una persecución. No había ninguna persecución. No había retén, ni nada. No sé de dónde salieron (los policías). De repente llegaron los dos agentes y nos empezaron a pedir papeles. Yo pregunté cuál era el motivo. Cruzamos la avenida, vino la pelea, nos tiraron de la moto. Era una pelea a golpes, no íbamos armados, no traíamos nada”.
Dionisio Huerta subrayó que su hijo no era delincuente:
Visiblemente afectado, pidió a la sociedad reflexionar:
“Tengo tres hijos más. No se lo deseo a nadie, nada más busco que la gente se sensibilice un poco. Hay veces que sí hay abuso de parte de las autoridades con los motociclistas, sabemos que muchos no andan bien, pero no por eso todos somos iguales”.

“Cris”: el joven disciplinado, noble y dedicado
Amigos y familiares describen a Cristofer como un joven trabajador, estudioso y apasionado por el deporte.
Daniel, amigo cercano, lo recordó como una persona tímida al inicio, pero entregada con quienes quería.
Brandon López contó que su mayor alegría era estar con su padre y hermanos, además de su disciplina en el gimnasio: “Siempre llevaba su comida preparada, seguía su dieta y estaba feliz. Estaba fuerte, muy aplicado”.
Roberto Jiménez, su entrenador, aún no asimila su partida:
“Él siempre entregaba un resultado y es ahí donde yo me daba cuenta que estaba comprometido en lo que hacíamos juntos”. “Me impactó demasiado (la noticia del asesinato). No me lo creía. De un delincuente o una persona conflictiva me lo esperaba, pero de él en ese momento y de esa forma me sorprendió mucho. Me quedé en shock”. “La verdad era una persona que tenía una vida por delante. Era un chavo muy noble. Un poquito de empatía hacia la familia y justicia para él”, enfatizó Roberto.
Cristofer estudiaba desde hace dos años en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), trabajaba en el negocio familiar en el Centro Histórico y se preparaba para competir en culturismo.

¿Qué ocurrió el 19 de agosto en Jardín Balbuena?
De acuerdo con reportes, a las 14:45 horas Cristofer viajaba en una motocicleta deportiva junto a su padre y un hermano sobre avenida Fray Servando Teresa de Mier y Circuito Interior. Fueron interceptados por policías del Sector Balbuena para una revisión preventiva.
Según la versión oficial, los tripulantes se resistieron, lo que provocó un forcejeo. En medio de la pelea, Julio César S.V., de 42 años, disparó su arma contra Cristofer, impactando en su cabeza.
El joven fue trasladado al Hospital General Balbuena en estado crítico y murió a las 15:30 horas.
Policías acusados y proceso judicial
La Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) identificó a los dos agentes implicados:
Julio César S.V., de 42 años, acusado de homicidio calificado.
Luis Arturo C.M., de 38 años, señalado por abuso de autoridad.
Ambos fueron ingresados inicialmente al Reclusorio Oriente, pero un juez les concedió prisión domiciliaria. Este 26 de agosto se lleva a cabo la audiencia de vinculación a proceso, donde se definirá si enfrentan juicio por los delitos imputados.

Justicia y memoria para Cristofer Huerta
El asesinato de Cristofer ha generado indignación y reclamos de justicia, así como un debate sobre la legítima defensa de los policías. Su familia, amigos y entrenador insisten en que no era un joven conflictivo ni violento, sino un estudiante disciplinado, deportista y trabajador.
“Cris era noble, alegre, disciplinado. Tenía toda una vida por delante”, concluye su padre Dionisio, quien exige que el crimen no quede impune.
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