¿Qué es Farmacia Curincels? Revelan chat donde Lex Ashton planeó ataque en CCH Sur y qué pasa con la salud mental

Metzli Escalante 25 septiembre, 2025

Radicalización digital y depresión: Farmacias Curincels, así opera el foro incel que alentó la tragedia en el CCH Sur

 ©Elaboración propia. - Lex Ashton.

Jesús Israel Hernández, de 16 años, murió tras ser atacado con un cuchillo por su compañero Lex Ashton Cancedo, de 19 años. Un trabajador administrativo, llamado Armando "N", de 65 años resultó herido al intentar detener la agresión el 22 de septiembre de 2025, en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Plantel Sur de la UNAM.

La tragedia no terminó en el patio escolar. Las investigaciones revelaron que Ashton había dejado un rastro digital en comunidades virtuales incel, donde compartió sus planes en grupos como Farmacia Curincels y Admin-cels OG. Allí encontró respaldo, códigos de odio y hasta aliento para consumar el ataque.

La confesión en el hospital: “Me inspiré en lo que ha pasado en Estados Unidos”

Tras lanzarse del tercer piso para intentar suicidarse, Ashton fue trasladado al IMSS bajo custodia policial. Según un reporte médico difundido por el periodista Carlos Jiménez, el agresor confesó que su intención era asesinar a seis compañeros, aunque solo logró atacar a uno porque un trabajador lo detuvo.

“Me inspiré en lo que ha pasado en Estados Unidos. Me quería chingar a seis cabrones, pero solo se pudo uno porque otro me agarró”, habría declarado.

El parte médico también señala que Ashton tenía ideas homicidas y suicidas desde hace años, atribuibles a episodios de bullying escolar, depresión y un entorno familiar disfuncional.

Una vida marcada por la violencia y la enfermedad mental

El propio Lex Ashton declaró que su padre, diagnosticado con trastorno bipolar, abandonó a la familia cuando él tenía siete años. También refirió que su hermana había intentado suicidarse.

El documento médico, redactado por un especialista en salud mental, lo diagnosticó con episodios depresivos graves. Además, reveló que durante seis meses recibió atención psicológica en la UNAM.

 ©C4 Jimenez. - Parte médico.

¿Qué es “Farmacia Curincels”?

Ashton se identificaba como incel (involuntary celibate o “célibe involuntario”), un término que describe a hombres jóvenes que dicen no poder establecer relaciones sentimentales o sexuales, y que en muchos foros deriva en misoginia y discursos de odio.

En Farmacia Curincels, un grupo cerrado de Facebook y extensión de otro llamado Curincels OG (con 82 mil mimebros), Ashton publicó mensajes donde anunciaba su intención de “retribuir” a quienes lo lastimaban. En su lenguaje, los “chads” son los hombres atractivos y exitosos, mientras que las “foids” son mujeres reducidas de manera despectiva a su sexualidad.

Los “brocels”, mezcla de bro (hermano) e incel, son los integrantes de estas comunidades que se animan entre sí. En sus mensajes, Ashton les agradeció por el respaldo antes de atacar en el CCH Sur. "Curincel", en tanto, es un término despectivo que combina la palabra "curifeo", que significa algo feo y con connotaciones de "mal gusto" en México, con "incel".

El grupo es de carácter público y cuenta con 6 mil miembros. Tras las acciones de Lex cambió de nombre a Protectados Curincels, y ahora los integrantes lo consideran “líder” y ejemplo a seguir. También empezaron a aumentar las amenazas contra los estudiantes y terminar el trabajo que empezó el joven.

 ©Captura de pantalla. - Farmacia Curincels.

Cómo denunciar

Para realizar reportes relacionados a discursos de odio la Policía Cibernética brinda atención al número telefónico 55 5242 5100, extensión 5086. También en el correo electrónico [email protected].

Facebook también cuenta con la función de reportar los grupos o publicaciones, con opciones de “bullying o acoso”.

“Nunca he recibido el amor de una mujer”: el mensaje previo al ataque

Horas antes del crimen, Ashton escribió en Farmacias Curincels:

“Ya estoy harto de este mundo. Nunca en mi vida he recibido el amor de una mujer y la neta me duele. Me duele saber que los chads disfrutan de las foids y yo no. Yo ya lo he perdido todo: no tengo trabajo, ni familia, ni amigos. No tengo motivos para seguir con vida. Pero no pienso irme solo, voy a retribuir a todas esas malditas y todos lo van a ver en las noticias”.

Ese mensaje anticipaba lo que horas después se convertiría en tragedia.

 ©Captura de pantalla. - Publicación de Lex Ashton.

Conversaciones que lo alentaron

Las capturas de pantalla recuperadas tras el ataque muestran que, lejos de disuadirlo, los integrantes del grupo lo animaron:

  • “Mira wey, la neta me vale lo que hagas con tu vida, haz lo que quieras… yo siempre voy a apoyar a mis brocels”.

  • “Prepárate bien porque solo vas a tener una oportunidad. Primero debes retribuir al vato para que no pueda defender a su novia”.

Después del asesinato, los mensajes en el grupo pasaron del asombro a la admiración:

“Wey, no mames, el Ashton sí lo hizo”, “si logra su retribución lo ponemos de portada” y “es leyenda” fueron algunos de los comentarios que circularon.

 ©Especial. - Celebran a Lex Ashton.

El presunto chat donde Lex Ashton planeó todo

 ©Especial. - El presunto chat donde Lex Ashton planeó todo.

El origen del movimiento incel y su radicalización

De acuerdo con Amnistía Internacional, el término incel nació en los años 90 como un foro creado por una joven canadiense llamada Alana, quien buscaba hablar de la soledad sexual sin estigmas. Con el tiempo, estos espacios fueron ocupados por hombres que transformaron el concepto en una subcultura misógina.

Un estudio publicado en Nature (Linda Coufal y León Wedel) advierte que los incels forman parte de una red global que glorifica la violencia y puede derivar en actos de terrorismo.

“En este entorno la violencia no solo se justifica, sino que se glorifica. Se crean héroes trágicos, mártires de la ‘injusticia sexual’, y se fomenta una mentalidad agresiva contra la sociedad”, sostiene Amnistía.

Salud mental: un problema que trasciende las pantallas

El caso de Lex Ashton refleja el cruce entre radicalización digital y salud mental no atendida. Según la Secretaría de Salud federal, 3.6 millones de adultos en México padecen depresión, y 1 % presenta casos severos.

La terapeuta Clara Haydee Solís Ponce, de la FES Zaragoza, explica que la depresión es multifactorial: “Impacta la vida familiar, laboral, educativa y social. No es una cuestión de actitud, es una enfermedad real de salud mental”.

El sociólogo Carlos Contreras (UAM) advierte sobre el fenómeno copycat, la imitación de agresores: “Si no hay soporte en la familia o en la escuela, los jóvenes se refugian en comunidades negativas que refuerzan conductas violentas”.

El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, reconoció que es urgente reforzar los protocolos: “Redoblaremos esfuerzos para hacer de los planteles espacios seguros y libres de violencia”.

De la red al aula: una amenaza global

Expertos como Florence Keen, del King’s College de Londres, han documentado que foros incel llegan a registrar más de 200 mil publicaciones en un año, normalizando discursos de odio.

El psiquiatra Andrew Thomas, de la Universidad de Swansea, advierte que el fenómeno debe verse más allá de lo policial: “Es un problema de salud mental y aislamiento social”.

La combinación de soledad, depresión y radicalización digital puede convertir un foro en un catalizador de tragedias como la del CCH Sur.

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