Carlos Villagrán y Ramón Valdés compartieron estos programas tras dejar el universo de Chespirito
Algunos fueron producidos en Venezuela y otros aquí en México

La expectación por el final de la bioserie "Chespirito: Sin querer queriendo" está a tope, y con razón. El tráiler del último episodio nos adelanta un momento clave: Carlos Villagrán negociando con productores venezolanos, quienes le prometen libertad creativa y mejores condiciones salariales. Esto, sumado a sus conocidos roces con Roberto Gómez Bolaños, lo habría motivado a dejar México y buscar nuevos horizontes. Pero, ¿sabías que en esta nueva etapa, "Quico" no estuvo solo?
El rompimiento con Televisa y el equipo de Chespirito fue un punto de inflexión para varios actores, y Ramón Valdés, el entrañable "Don Ramón", fue uno de ellos. Su salida del programa, motivada por el liderazgo que tomó Florinda Meza de la producción a raíz de su vínculo sentimental con Chespirito, marcó el inicio de una etapa donde ambos talentos —él y Villagrán— se reencontrarían en la pantalla, tanto en producciones mexicanas como en Venezuela.
La salida de Carlos Villagrán de Televisa: Un adiós por diferencias
La partida de Carlos Villagrán del elenco de Chespirito en 1978 fue un punto de quiebre que ha generado controversia por décadas. Aunque se han manejado diversas versiones, la principal razón apuntaría a desacuerdos económicos y creativos con Roberto Gómez Bolaños.
Villagrán, que veía cómo el personaje de "Quico" ganaba una popularidad arrolladora, solicitaba un aumento de sueldo y mayor reconocimiento por su aporte. Sin embargo, Gómez Bolaños, como creador y dueño de los derechos de los personajes, se negaba a cederle mayor participación en las ganancias del merchandising y giras.
Además, las tensiones creativas fueron un factor clave. Villagrán deseaba desarrollar más su personaje de "Quico" fuera del esquema de "El Chavo del 8", mientras que Chespirito defendía su visión autoral. En ese momento, Roberto Gómez Bolaños era una figura intocable para Televisa, y la empresa respaldó completamente su postura, lo que llevó a Villagrán a no poder continuar en la cadena. Este escenario lo obligó a buscar oportunidades fuera de México, abriéndole las puertas a la televisión venezolana.
El reencuentro en Venezuela: "Federrico" y "Ah, qué Kiko"
Tras su salida de México, Carlos Villagrán encontró un nuevo hogar televisivo en Venezuela. El primer programa que protagonizó en esta nación fue "El Niño de Papel", pero no tuvo mucho éxito, por lo que no tuvo más que una temporada.
Pero fue en este país donde, posteriormente, se reunió con Ramón Valdés, quien también había dejado el elenco de Chespirito. Juntos protagonizaron el programa "Federrico" (1983), una serie de comedia que intentaba replicar la fórmula de éxito de "El Chavo del 8", con Villagrán interpretando un personaje similar a "Quico" y Valdés retomando un rol de adulto bonachón y perezoso, muy parecido a "Don Ramón".
Posteriormente, en 1987, ambos volvieron a coincidir en la serie "¡Ah, qué Kiko!", producida en México para la cadena Imevisión, Canal 13 (ahora conocida como TV Azteca), en un intento de revivir la magia. Sin embargo, Ramón Valdés tuvo una participación limitada debido a su delicado estado de salud. Estos proyectos, aunque no alcanzaron el éxito masivo de "El Chavo del 8", permitieron a los fans de la región ver nuevamente la química y el talento cómico de esta dupla.
Otros proyectos en los que trabajó Carlos Villagrán fueron: "El Circo de Monsiueur Cachetón" y "Kiko Botones", aunque ninguno tuvo el recibimiento esperado.
La eterna amistad y el adiós con una sonrisa pícara
Más allá de los sets de televisión, la amistad entre Carlos Villagrán y Ramón Valdés fue profunda y genuina. Villagrán ha contado en diversas ocasiones la emotiva visita que le hizo a su amigo en el hospital, en los últimos momentos de vida de Valdés.
En esa triste ocasión, cuando la enfermedad ya estaba muy avanzada, Ramón Valdés le dijo a Carlos Villagrán con su característico sentido del humor: "Ya nos vemos allá". Villagrán, sorprendido y conmovido, le preguntó: "¿Allá en el cielo?", a lo que Valdés, con una sonrisa pícara, le respondió riendo: "No, no te hagas tonto. Allá abajo", haciendo una clara referencia al infierno, manteniendo su humor hasta el final.
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